El 22 de octubre, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Argentina, ambas verdades se confirmaron.

La mayoría de las encuestas habían situado a Javier Milei, un independiente libertario que salió como vencedor, y favorito, en las primarias presidenciales realizadas en agosto. Sin embargo, Milei consiguió el 30 por ciento de los votos, el mismo porcentaje que en las primarias.

Sergio Massa, un candidato peronista que es el actual ministro de Economía, obtuvo casi el 37 por ciento de los votos, frente al 21 por ciento que consiguió en las primarias. Los dos candidatos competirán ahora en una segunda vuelta que se realizará el 19 de noviembre.

Patricia Bullrich, de Juntos por el Cambio, una coalición de centro-derecha, que obtuvo el 24 por ciento de los votos, quedó fuera de la contienda.

El vuelco de Massa es asombroso. Desde que asumió su cargo actual en agosto de 2022, la inflación anual en Argentina ha aumentado del 79 al 138 por ciento. El precio en el mercado negro de un dólar estadounidense (moneda en que los argentinos prefieren ahorrar porque la suya pierde valor con mucha rapidez) ha aumentado de alrededor de 300 pesos a casi 1000.

Se han inventado múltiples tipos de cambio, los cuales añaden más distorsiones a las ya laberínticas reglas económicas de Argentina. La gran mayoría de los argentinos dice que la inflación es su principal preocupación.

De su interés Meta, propiedad de Mark Zuckenberg, enfrenta demanda por 'causar daños mentales' en los jóvenes

La victoria de Milei en las primarias provocó conmociones en la clase política dominante de Argentina. Saltó a la fama por criticar a los políticos como una “casta” que roba a los argentinos trabajadores.

Muchos votantes, hartos de ver como su nivel de vida se hunde bajo gobiernos peronistas y de centroderecha, lo apoyaron masivamente. Y, sin embargo, el día de las elecciones, la cantidad de personas que respaldaron a Milei fue menor de la esperada.

Quizás parezca desconcertante que Massa, el administrador de la deteriorada economía argentina, tenga buenas posibilidades de convertirse en el próximo presidente. La razón de esto tiene mucho que ver con la permanencia del movimiento que lo respalda.

En respuesta a la victoria de Milei en las primarias, los líderes peronistas activaron el vasto aparato que controlan en todo el país. En las semanas previas a las elecciones, Massa repartió obsequios cuyo costo se estima al equivalente de más del uno por ciento del PIB.

Estos incluyeron un bono en pesos para los pensionados con un valor de 100 dólares (al tipo de cambio oficial) y la eliminación del impuesto a la renta para el 99 por ciento de todos los trabajadores.

El empeño por recuperar a los votantes desilusionados estuvo concentrado en los extensos y a menudo miserables suburbios de la provincia de Buenos Aires, donde vive más de un tercio de los argentinos.

Diez días antes de las elecciones presidenciales, se descubrió que camiones propiedad de un municipio pobre llamado Lomas de Zamora entregaban refrigeradores, materiales de vivienda y colchones a los votantes. Más tarde, una persona agradeció al presidente peronista de la asamblea legislativa local por enviarle una estufa nueva.

En septiembre, un puntero, como se conoce a los caudillos de barrios populares, fue sorprendido en otro distrito usando 48 tarjetas de débito para retirar dinero en efectivo que pertenecía a legisladores locales. La policía sospecha que el dinero estaba destinado a comprar votos.

Maru Duffard, periodista y analista política de Buenos Aires, piensa que el alarmismo también contribuyó. El gobierno construyó una narrativa sobre “todas las cosas que podrían perderse” si una candidata que aboga por el libre mercado como Bullrich —o, peor aún, un libertario radical como Milei— llegara al poder.

Vea también Conozca los desafíos de la creación de redes como ejecutivo

Dos días antes de las elecciones, las estaciones de autobuses y trenes comenzaron a mostrar a los clientes cuánto aumentarían los precios de sus billetes si se eliminaran los subsidios, que le cuestan al gobierno un dos por ciento del PIB al año.

Un mensaje en un lector de tarjetas en una estación de tren decía que los precios se mantendrían en 56 pesos (0,16 centavos de dólar) con Massa, pero aumentarían a 1100 pesos con Milei o Bullrich. Dado que dos quintas partes de los argentinos no pueden permitirse una bolsa básica de bienes y un servicio esencial como el transporte, esos mensajes son efectivos.

Algunas tácticas a la vista fueron incluso más primitivas. El día de las elecciones no se veían carteles de Milei ni Bullrich en José C. Paz, un distrito empobrecido de la provincia de Buenos Aires que ha sido gobernado durante mucho tiempo por los peronistas. Un lugareño afirmó que las personas que hicieron campaña a favor de Milei o Bullrich habían recibido amenazas de matones.

Otra persona dijo que le habían dicho que cerrarían su taller si no votaba de la manera correcta, aunque se negó a decir quién lo había presionado y por quién le habían dicho que votara. Estas tácticas parecen haber contribuido a una enorme movilización de votantes. Entre las primarias y la primera vuelta, Massa recibió 4,5 millones de votos adicionales. Milei perdió alrededor de 750.000.

Sin embargo, la pérdida de Milei no puede explicarse únicamente por las ganancias de Massa. Milei, con su retórica extraña, a menudo agresiva, y sus propuestas económicas y sociales radicales desanimaron a muchos votantes. En un país de mayoría católica, el candidato libertario ha llamado al papa, que es argentino, “imbécil”, “zurdo hijo de puta” y “asno”, porque lo considera de izquierda.

Aunque el 37 por ciento de los empleados en Argentina trabajan para el sector público, Milei ha descrito al Estado como una “organización criminal” y lo ha comparado con un pedófilo en un jardín de infantes. Milei quiere recortar el gasto público a un equivalente del 15 por ciento del PIB (de más o menos el 40 por ciento actual), eliminar la mayoría de los impuestos y remplazar el peso con el dólar, un proceso que, según él, haría “estallar” al banco central.

Más allá de sus reformas económicas, Milei, cuyo eslogan es: “¡Viva la libertad, carajo!”, propone flexibilizar las leyes sobre la posesión de armas, prohibir los abortos y establecer un mercado legal para órganos humanos. El día de las elecciones, Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente populista de Brasil, Jair Bolsonaro, estuvo en Buenos Aires para apoyar a Milei.

La vinculación de Milei con ideas sociales excéntricas y demagogos de derecha fue demasiado para los votantes moderados. “Es muy agresivo y eso me asusta un poco”, dice Augusto, un hombre de 36 años de la capital.

Más importante aún, añade Augusto, es que Milei “no tiene el apoyo político para implementar sus ideas, ya sean buenas o malas”. Milei domina su coalición, llamada La Libertad Avanza. Durante el año pasado, todos los candidatos que respaldó fracasaron en sus intentos electorales por convertirse en gobernador de una de las 23 provincias de Argentina.

Luego de las elecciones más recientes, en las que también se pidió a los ciudadanos elegir un nuevo congreso nacional, las proyecciones mostraron que los peronistas tendrán 108 escaños, seguidos por Juntos por el Cambio con 93 escaños. La coalición de Milei tendrá sólo 37 escaños.

En el Senado, donde estaba en juego un tercio de los 72 escaños, los peronistas tendrán 34 escaños; Juntos por el Cambio, 24; y la coalición de Milei, ocho.

A pesar de la sorpresa que supone la victoria de Massa en la primera vuelta, no es seguro que logre algo similar en la segunda, porque no está claro a dónde irán a parar los votos de Bullrich. Su coalición incluye tanto a partidarios de la línea dura, que podrían estar dispuestos a trabajar con Milei, como a socialdemócratas que podrían preferir emitir votos en blanco.

El hecho de que el porcentaje de votos de Milei no haya cambiado entre las primarias y la primera vuelta sugiere que puede haber llegado a su apogeo. Pero el hecho de que los candidatos que proponen ideas de libre mercado obtuvieran más de la mitad de todos los votos sugiere que el peronismo tal vez tenga que reinventarse pronto, o enfrentar su tan anunciada desaparición. Este artículo fue actualizado para reflejar los resultados electorales más recientes.

Copyright:
© 2023 ECONOMIST NEWSPAPER LTD, LONDRES 27 DE OCTUBRE, 2023. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. REIMPRESO CON PERMISO.

Siga leyendo GAFI retira a Panamá e Islas Caimán de 'lista gris' de blanqueo de capitales