Más de un millón y medio de hondureños no tienen una oportunidad de empleo y una cifra cercana a los tres millones están en el sector informal de la economía, apuntan informes de la dirigencia obrera.

Honduras ha sido el país de Centroamérica donde más ha crecido la informalidad. Hasta antes de la pandemia, seis de cada diez espacios de trabajo eran informales; ahora, la proporción es siete u ocho por cada diez plazas y va en aumento.

Esto significa que los hondureños ya no encuentran espacio en las empresas formales, porque la economía no genera las oportunidades laborales necesarias.

Estos datos reflejan la precariedad laboral de Honduras, donde la actividad productiva de sobrevivencia gana más terreno frente a la incapacidad de captar capital extranjero e incentivar la inversión nacional para crear más puestos de trabajo.

No son buenas las condiciones para la puesta en operación de emprendimientos en la economía formal. La vida de las pequeñas y medianas empresas es muy breve por circunstancias referidas a una economía debilitada, finanzas en desequilibrio, inseguridad jurídica y una carga tributaria exagerada.

Los altos niveles de informalidad y el insuficiente crecimiento económico se traducen en mayor pobreza y miseria, dos extremos en los que se debate el 74 por ciento de la población.

Análisis de organismos no gubernamentales y de entidades regionales que periódicamente levantan estudios sobre las finanzas públicas, subraya que el débil Estado de Derecho, así como eventualidades tales como la emergencia sanitaria y los fenómenos naturales, han empeorado las condiciones y las perspectivas económicas.

El año pasado se perdieron unos 90,000 puestos de trabajo; alrededor de 60,000 plazas en la empresa privada y 30,000 en el sector público del país.

Mientras desaparecen espacios laborales en las empresas e industrias, la burocracia sigue alimentándose. Para muestra: sólo este año se han generado alrededor de 10,300 plazas en diferentes dependencias estatales para satisfacer la demanda de los clientes políticos.

Los dirigentes obreros han planteado la instalación de una mesa para analizar el fenómeno del desempleo y de la emigración irregular. De su lado, la empresa privada ha propuesto a la presidente, Xiomara Castro, la coordinación de estrategias de inversión y desarrollo económico.