Indistintamente de cuál sea el nivel educativo, la tasa de desempleo o de sub-ocupación es alta y el tiempo de búsqueda de una plaza laboral se ha ampliado en Honduras por la ausencia de condiciones encaminadas a crear trabajo.

Entre las amenazas que se ciernen es que la derogación de la Ley de Empleo por Hora ocasione que no menos de 40,000 personas se queden en la calle y que se pierdan de nuevo los pocos puestos que se habían logrado reactivar después del cierre de la economía a causa de la pandemia.

Los informes relacionados con el tema laboral, indican que los desocupados en Honduras representaban el 8.6 por ciento de la fuerza de trabajo hasta octubre de 2021.

El desempleo es una condición que predomina más en la zona urbana, posiblemente por la emigración constante del campo a la ciudad y la inexistencia de condiciones para que el mercado pueda absorber la masa que busca trabajo.

En las ciudades, la tasa de desempleo es de casi diez por ciento, un porcentaje que sube en el Distrito Central y en San Pedro; en la zona rural este índice es de siete por cada cien personas.

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A los hondureños les toma al menos cuatro meses para encontrar un empleo, lo que demuestra la reducida capacidad de respuesta a la demanda laboral.

En el país, el sector de los jóvenes es el más desalentado por la ausencia de oportunidades de empleo. Las estadísticas apuntan que el 45 por ciento de los desocupados son menores de 25 años.

Se pone de relieve un hecho: Entre las personas con educación secundaria e incluso aquéllos que tienen nivel universitario, la tasa de desempleo es de 10 por ciento y el tiempo de búsqueda de trabajo es de cuatro meses.

El desempleo en Honduras es correspondiente con la pobreza que se agudizó como resultado de la pandemia de covid y que hoy día afecta a siete de cada 10 personas.

Con todo, algunos analistas son del criterio que, por encima de la desocupación abierta, el subempleo sigue siendo considerado como el principal problema laboral del país.

Los datos estadísticos   muestran que un millón y medio de personas están subempleadas, porque trabajan menos de 40 horas a la semana. y un millón más están subocupadas por motivo de que sus ingresos son insuficientes, por debajo del salario mínimo.

El desempeño laboral en condiciones de bajos ingresos y pobre productividad representa un escollo por vencer en un escenario donde nueve de cada diez personas enfrentan dificultades laborales de distinta naturaleza.

En general, para el tema laboral -que en nuestro país es estructural- no se han planteado verdaderas políticas; antes bien, se ha agravado porque no existe un clima propicio para la inversión que haga posible generar más espacios de trabajo y porque se han tomado disposiciones desafortunadas como la eliminación de la Ley de Empleo por Hora que derivan en mayores calamidades para la población desposeída.