Lejos de una reducción de los gastos, con la finalidad de ajustar las finanzas a los tiempos de crisis, las proyecciones señalan que la erogación de recursos para sostener al gobierno central se incrementará en un 20 por ciento en el período 2021-2024.

De acuerdo con lo establecido en un documento sobre lineamientos de política fiscal, en 2021 el gasto corriente; es decir, la adquisición de bienes y servicios, será de 125,000 millones de lempiras.

En 2022 la cifra ascenderá a 129,500 millones de lempiras; en 2023 llegará a 139,700 millones; y en 2024 alcanzará la cantidad de 151,700 millones.

Los gastos para consumo se han calculado en 72,000 millones el año entrante; en 73,000 millones en 2022; en 79,000 millones en 2023; y en 87,000 millones en 2024.

Los sueldos y salarios consumirán 55,000 millones de lempiras en 2021; 60,000 millones en 2022; 65,000 millones en 2023; y 70,000 millones en 2024.

La deuda pública es otro de los torbellinos que enfrentará el país en los próximos cuatro años, dado el alto endeudamiento en que ha caído el país, particularmente a causa de la pandemia.

Los analistas del Foro Social de la Deuda Externa (Fosdeh), estiman que a diciembre de 2020 el endeudamiento pasará a 15,000 millones de dólares, el 67 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

Nada más por concepto de intereses cargados al servicio de la deuda, Honduras pasará de pagar 24,000 millones de lempiras en 2021 a un monto de 33,000 millones en 2024.

Entre 2021 y 2024, Honduras proyecta para la Administración Central ingresos y donaciones totales por aproximadamente 600,000 millones de lempiras y prevé una suma de gastos por 710,000 millones para un déficit de más de 110,000 millones en el referido cuatrienio.

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