• En el bimestre enero-febrero, la Enee recibió 4.524 millones de lempiras por suministro del servicio de energía eléctrica.
  • Para lograr un ajusten en los costos de generación que comprenda todos los cambios experimentados recientemente, así como garantizar que la tarifa refleje los valores reales, se ha determinado postergar hasta finales de abril la revisión del pliego vigente.

Una caída de 800 millones de lempiras en el ingreso por consumo de energía eléctrica se registró en marzo, lo que significa que el pago de los abonados llegó al 65 por ciento del monto facturado.

Un informe de gestión de resultados de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica apunta que en enero y febrero, ingresaron 4.524 millones de lempiras.

En el referido bimestre, el sector residencial facturó 1,885 millones de lempiras; los clientes comerciales pagaron 1,537 millones de lempiras; y los industriales corrieron con un cargo de 981 millones.

El Gobierno Central enfrentó un consumo de 126 millones de lempiras; los entes autónomos cancelaron 105 millones de lempiras y las municipalidades cubrieron una suma de 67 millones por servicio de energía eléctrica en los meses de enero y febrero.

Según información proporcionada por la Comisión Reguladora de Energía Eléctrica, las medidas para disminuir el impacto de la pandemia han causado una baja de más de nueve por ciento en el consumo del Sistema Interconectado Nacional.

La demanda máxima de potencia ha descendido, por la misma causa, en más de 300 megavatios en relación con lo que se esperaba; es decir, con los números que se habían cuadrado.

Para lograr un ajusten en los costos de generación que comprenda todos los cambios experimentados recientemente, así como garantizar que la tarifa refleje los valores reales, se ha determinado postergar hasta finales de abril la revisión del pliego vigente.

Para entonces volverán a ser revisados el precio de los combustibles, el tipo de cambio y la disminución en la demanda nacional de energía eléctrica.

El propósito es que los recursos adicionales que se proyecta captar contribuyan a reducir el desequilibrio de las arcas de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica.

Como es conocido, los generadores de energía eléctrica renovable presionan para que la Enee cancele la deuda que mantiene con ellos y que asciende a 9,000 millones de lempiras.

Los desarrolladores arguyen que tuvieron que cubrir los compromisos con las instituciones bancarias, pese a que no recibieron pago alguno de parte de la estatal eléctrica.

La salida a la crisis del sector de energía debe ser integral. La ENEE no puede asumir de momento los compromisos con los generadores, porque los ingresos por consumo se han reducido drásticamente a causa de la emergencia sanitaria, planteó la dirigencia sindical.

La institución está en proceso de intervención. Su balance financiero es crítico y sus pérdidas siguen por encima del 30 por ciento, lo que ha llevado a los entendidos a concluir que no hay solución posible e inmediata para sacar la empresa de su agonía.