Los hondureños son convocados este día por el Consejo Nacional Electoral a los comicios primarios que se realizarán en marzo de 2021 en medio de un clima de tensión por la ruptura de los acuerdos a los que habían llegado los partidos mayoritarios alrededor de la nueva Ley Electoral.

Como se sabe, los partidos Liberal y Libertad y Refundación (Libre), se han retirado de las discusiones del cuerpo normativo en razón de lo que ellos acusan como “maniobras” de los nacionalistas para cambiar las reglas del juego y gestar un “nuevo fraude”.

Los líderes de ambas fuerzas opositoras denunciaron que los diputados del partido en el poder pretenden ir a las justas primarias con la vieja ley electoral que permite el tráfico de credenciales y la manipulación de un censo no depurado.

El Partido Liberal mantiene su postura en contra de la aprobación de una nueva Ley Electoral si no se incluye la segunda vuelta. Las autoridades de dicha entidad también exigieron el desarrollo de comicios primarios con un nuevo censo.

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En sintonía con esa línea, el expresidente y coordinador general de Libre, Manuel Zelaya Rosales, ha expresado: “Queremos ir a un proceso de consulta limpio y transparente. No aceptamos que nos hagan fraude y que nos den golpes de Estado. Aspiramos llegar a un acuerdo político”.

Y en el contexto de las justas generales de noviembre de 2021, la intención de los nacionalistas estaría igualmente dirigida a dejar sin valor las reformas introducidas para la distribución proporcional de la deuda política y la revisión de los requisitos para que las fuerzas minoritarias se mantengan con vida.

Los legisladores del Partido Nacional han desmentido que se hayan violentado los acuerdos a que habían arribado y catalogado dicho señalamiento como un “capricho” de Libre.

Según la interpretación de los nacionalistas, es más conveniente que el nuevo cuerpo normativo sea aprobado sin prisa y que esté vigente para las elecciones generales, dado que en los comicios primarios nada más participarán tres de los 14 partidos legalmente inscritos.

¿Hay una conspiración en juego? ¿Está en peligro la estabilidad democrática? ¿Son capaces todavía los partidos políticos de construir consensos en medio de la crisis económica y social que vive Honduras?

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