Sor María Rosa Leggol, de 93 años de edad, dejó un legado de verdadero amor por su dedicación en beneficio de la niñez de Honduras. La religiosa falleció este viernes (16.10.2020) tras luchar por su vida.
La religiosa es muy apreciada por su legado de amor al prójimo, especialmente a los niños de todo el país, quienes han tenido la suerte de conocerla y tratarla, la describen como una mujer y un ser humano excepcional "como muy pocas personas en el mundo" y que ha entregado toda una vida a servir a Dios.
Según informes, más de 87 mil niños y jóvenes de la calle o en riesgo social han encontrado en Sor María Rosa una madre solidaria y amorosa que veló por su bienestar. Muchos de ellos ya profesionales y padres de familia.
Sor María, una religiosa de convicción
Nació en Puerto Cortés, zona norte de Honduras, un 21 de noviembre de 1926. Perdió sus padres a temprana edad y quedó al cuidado de sus padrinos teniendo que trabajar desde muy temprana edad para cooperar al gasto de su casa.
Se hizo miembro de la congregación de las hermanas Franciscana de la provincia Latinoamericana. El 13 de junio de 1949 recibió los hábitos como hermana de la orden de San Francisco.
Fundó la sociedad amigos de los niños Aldeas SOS dándole protección a niños desamparados cuyas madres estaban en la cárcel.
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