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La alarma sobre los racionamientos de fluido eléctrico o "apagones" está emitida. Las autoridades de la Comisión Reguladora de Energía Eléctrica (CREE) y del Operador de Sistemas (ODS), expresaron que desde finales de 2019 se había advertido que, en caso de no licitar 260 megavatios, en marzo de 2020 podrían iniciar las interrupciones del servicio.



La Empresa Nacional de Energía Eléctrica debe invertir unos 200 millones de dólares para atender la demanda inmediata en el período 2020 y 2021.



En 2019 fue aprobado un programa de expansión en los rubros de generación y transmisión que establece la contratación de 260 megavatios en 2020, la compra de 100 megavatios en 2021 y de otros 500 en 2024.



El Plan de Expansión de la Red de Transmisión para el período 2020-2029 fue aprobado en diciembre de 2019. Tanto en este documento, como en el Plan de Operación 2020-2022 y en el Programa de Generación se identificó una alta probabilidad que ocurriera un fuerte déficit de potencia.



Para evitar dicho estado, la Comisión Reguladora y el Operador de Sistemas recomendaron la contratación de 860 megavatios en tres fases en el lapso 2020-2024.



Para 2021 se recomendaba la ejecución de contratos de corto plazo; es decir, de tres a cuatro años de duración; mientras que para 2024 se establecía la adquisición de potencia mediante proyectos adjudicados en tiempo extendido de 10 a 15 años.



El vencimiento de los
contratos, las condiciones hidrológicas desfavorables presentadas en 2018 y
2019, además del crecimiento de la demanda, son los factores que influyen en el
desbalance entre la oferta y la demanda de energía.



Los conocedores del sub-sector eléctrico señalaron, en su oportunidad, que la ENEE debía de mantener vigentes contratos de potencia firme suficientes para cubrir la demanda, mediante licitaciones públicas supervisadas por la CREE.



Al término del año pasado, las autoridades de la ENEE dijeron que uno de los temas en los que se había trabajado es la revisión y depuración de los contratos de generación, la mayoría de los cuales han sido suscritos en términos leoninos.



Esos burócratas mencionaron que
hasta noviembre de 2019 fueron examinados los datos de respaldo de la
contratación de 2,000 megavatios que no habían entrado en operación comercial.



De esta cifra, siete fueron declarados inviables y cancelados. Se sabe que la ENEE dio el visto bueno a 12 contratos que fueron aprobados por el Congreso Nacional y que, sin embargo, no había sido publicada su resolución. Ocho de ellos se llevaron a su cancelación.



Pero el más importante es el paquete de 33 contratos, primordialmente de generación renovable, que suman alrededor de 504 megavatios. Estos mismos, fueron calificados como "no viables", debido a que representaban un contingente económico para la ENEE, según se hizo trascender hace unos tres meses.



En ese momento se afirmó que pronto serían puestos en licitación 260 megavatios y un bloque de potencia adicional. Pasado el tiempo, el espectro de los racionamientos se cierne otra vez sobre Honduras.



Entre 2017 y 2019, el déficit de energía eléctrica en las "horas pico" se quintuplicó y el faltante de potencia contratada se triplicó en esos mismos años.