La Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) continúa en un callejón sin salida. Las pérdidas técnicas y no técnicas de la estatal se mantienen en 38 por ciento.

Ese porcentaje es proporcional con una suma que ronda los 670 millones de dólares, unos 16,500 millones de lempiras, si se toma como base que cada punto equivale a 17 millones de dólares.

Las autoridades del Gobierno anunciaron que la meta es disminuir ese desbalance en ocho puntos, mediante una serie de medidas que serán puestas en marcha simultáneamente con la auditoría y renegociación de los contratos de generación.

Antes de que fuese firmado el contrato entre el Estado y la Empresa Energía Honduras para la reducción de las pérdidas, éstas se encontraban en 32 por ciento. En el período de 2016 a 2022, este desfase más bien se profundizó en seis puntos.

El año pasado, las pérdidas de la ENEE rondaron los 14,600 millones de lempiras, lo que da como resultado un alza de dos mil millones de lempiras cuando se realizan las comparaciones con el presente lapso.

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De acuerdo con el Balance de la Situación Financiera de la ENEE, actualizado hasta abril, el déficit acumulado es de 70,000 millones de lempiras, frente a 62,000 millones que estaban acumulados en el mismo lapso de 2021.

Las cuentas por pagar a los proveedores se dispararon de 9,600 millones de lempiras en 2021 a una cantidad de 17,400 millones de lempiras en 2022.

Otra de las cuentas que reflejan la situación de bancarrota en que se encuentra la Empresa Nacional de Energía Eléctrica es el pasivo total, que comprende el conjunto de obligaciones pendientes de pago y de deudas de la institución. Esta variable se sitúa en más de 92,000 millones de lempiras.

En los primeros cinco meses del presente año, la ENEE muestra ingresos acumulados por el orden de 11,153 millones de lempiras por venta de energía.

En contrapeso, el monto de la morosidad que mantienen con la ENEE los sectores comercial, industrial, gubernamental, municipal y residencial, subió hasta los 15,500 millones de lempiras hasta abril de 2022.

El rescate de la institución de servicio público requiere de una inversión mínima de dos mil millones de dólares, unos 49,000 millones de lempiras, de acuerdo con lo proyectado por los entendidos en el último trimestre de 2021.

Sólo para echar a andar el programa de reducción de pérdidas, los funcionarios que están al frente de la estatal eléctrica calculan que se requiere una suma de 800 millones de lempiras, alrededor de 32 millones de dólares.

La empresa sigue hundida en un callejón sin salida, en renglones financieros "torcidos" que no pueden ser descifrados todavía por quienes están a cargo de las actividades administrativas y de operación.