No es posible seguir soportando las consecuencias de la debacle financiera de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), dijo esta mañana el director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés, Pedro Barquero.

La institución tiene una deuda de 70,000 millones de lempiras, una suma impagable que obligaría al país a refinanciarla; esto es, condenar a los hondureños a cargar con ese compromiso por los próximos 30 ó 40 años.

La MACCIH, la Unidad Fiscal Especial contra la Impunidad de la Corrupción (UFECIC), y el Consejo Nacional Anticorrupción son las instituciones llamadas a auditar los fondos de la ENEE, demandó más adelante Barquero, entrevistado por Diario Matutino.

¿Qué pasó y dónde están los recursos dilapidados de la estatal eléctrica? ¿Por qué la institución se encuentra en tal situación financiera?, han reiterado los empresarios que exigen la práctica de una investigación de los estados financieros de la institución.

Un sector de dirigentes sindicales, de su lado, señalaron que la estatal eléctrica maneja mil millones de dólares anuales que no son empleados con transparencia y que, más bien, son dirigidos al gasto corriente; entre estos renglones, el otorgamiento de aumentos salariales selectivos y la contratación "oscura" de proyectos.