Por: Karen Reyes.

Entre 300 y 400 casos de suicidios se registran anualmente a nivel nacional, donde el 70 por ciento se presenta en el género masculino y un 20 por ciento en mujeres, sin embargo existe un repunte en adolescentes del 10 por ciento.

Según datos en poder de la voz de Honduras, la población que toma la fatal decisión comprende las edades de 15 y 35 años.

Las zonas donde se registra con mayor frecuencia son los departamentos de mayor densidad poblacional como San Pedro Sula, Distrito Central y municipios en todo el territorio nacional que enfrentan mayor conflicto social.

Las personas que generalmente se quitan la vida, son las que tienen perfiles depresivos debido al entorno donde se mueven; entre ellos, estudiantes, desempleados y trabajadores sin estabilidad económica, como labradores, agricultores, comerciantes, albañiles, pintores de casas o vehículos, y otros los invade el miedo ante la situación que actualmente se vive a nivel mundial.

Los indicadores revelan que la principal causa del problema es el desempleo, una de las dificultades donde la mayoría de los hondureños enfrentan a diario, y donde el temor a perderlo de -quienes lo tienen- crece cada vez más, ante los constantes toques de queda, para evitar el contagio del COVID-19.

Otro de los orígenes comunes para tomar la decisión del suicidio, son los problemas de pareja, cuando se afronta una ruptura matrimonial, noviazgo y hasta de amistades.

Mientras que en el caso de niños y adolescentes, estos pueden estar afrontando problemas psicológicos, al ser regañados por algún maestro y posteriormente recriminados pos sus padres.

Estos al verse acorralados y sentirse que (No sirven para nada), se quitan la vida.
Este fenómeno también se produce como respuesta a abusos sexuales y problemas intrafamiliares que sufren con mayor frecuencia los menores de edad.

Los materiales más utilizados en este tipo de casos son sogas, cordones de zapatos, telas, fajas, cadenas y, sobretodo, productos tóxicos como son las pastillas de curar frijol y pesticidas.

Además, las víctimas suelen manipular las armas de fuego y armas blancas como cuchillos, navajas y machetes en ultima instancias.

En Honduras las autoridades correspondientes han pedido que se establezcan controles sobre los productos agroquímicos, debido a que su acceso es fácil de obtener.

Según cifras procesadas por La Voz de Honduras, más de 984 suicidios se han registrado en Honduras en los últimos cuatro años.

Las cifras se mantienen en aumento, ya que muchos casos están pendientes de verificación y pruebas científicas en el Centro de Medicina Legal y Ciencias Forenses. (FIN).