Por cada hombre que ni estudia ni trabaja, hay entre cuatro y cinco mujeres en semejante realidad a nivel nacional.

         En comparación con el año 2008 y 2016, se reconoce un incremento de un nueve por ciento. Los especialistas señalan que  este número irá en crecimiento. Se calcula que este año los llamados "ninis" alcanzarán cien mil jóvenes.

En Honduras, los jóvenes tienen todas las de perder.

Las encuestas levantadas por el Instituto Nacional de Estadísticas, arrojan que en el país por lo menos 900,000 personas comprendidas en las edades entre 12 y 30 años están desocupados; tampoco asisten a clases.

El sector más perjudicado son las mujeres, pues -del total de jóvenes que literalmente "no hacen nada"-ellas representan el 79 por ciento, frente al 21 por ciento que está constituido por los de sexo masculino.

La proporción se traduce en unos 200,000 hombres y 700,000 mujeres, de acuerdo con un estudio publicado por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.

Se trata de una condición que refleja la situación de desventaja y de discriminación en que se encuentra un grueso porcentaje de la población hondureña.

En comparación con los años 2008 y 2016, se reconoce un incremento de un nueve por ciento. Los especialistas señalan que este número irá en crecimiento. Se calcula que este año Honduras alcance la cifra de cien mil "ninis".

Un análisis de investigadores de la máxima casa de estudios concluye que el problema de "los Ninis" se genera cuando un joven, comprendido en edad entre 12 y 30 años, deja o termina su escuela por diferentes causas y no puede encontrar trabajo, ya sea por un lapso corto o largo de tiempo.

A estas razones se agregan otros factores vinculados con el avance de la economía, la oferta y demanda de trabajo y acceso limitado al sistema educativo.

No se puede dejar de lado que hay un grupo de jóvenes que son "ninis" por decisión propia, sencillamente porque quieren ingresar en dichas estadísticas deprimentes.

Se sabe que la mayoría de los jóvenes que no se cultivan en los centros de enseñanza ni desempeñan labores en ningún rubro, se encuentran en tales circunstancias por falta de recursos económicos o porqueno les interesa.

En lo que atañe a las mujeres, se quedaron al margen por precariedad socioeconómica o en virtud de que se dedicaron a los quehaceres domésticos o salieron embarazadas.

Ellos, los “ninis”, son la tercera parte del segmento de jóvenes que no tienen acceso a la educación ni a oportunidades laborales; también se enfrentan al infortunio de vivir en la pobreza.

El 70 por ciento de ellos son pobres y el 41 por ciento se debaten en la pobreza extrema. A esto se añade que por cada hombre que ni estudia ni trabaja, hay entre cuatro y cinco mujeres en semejante realidad a nivel nacional.