El panorama para Juan Orlando Hernández se presenta sombrío de cara a su juicio, programado para el 5 de febrero de 2024, expuso Duarte en Diario Matutino de HRN.
Duarte detalló que en el caso de Hernández, la prueba principal es testimonial y los delitos implican conspiración.
"En mi opinión, la condena contra Juan Orlando Hernández es inminente", pronosticó.
En Estados Unidos, los juicios se basan en la conciencia de jurados que generalmente no tienen conocimientos de procedimiento legal. La decisión se basa en su análisis, el cual es realizado por ciudadanos estadounidenses, pormenorizó Duarte.
No hay posibilidad de retroceso
La única circunstancia que podría posponer el juicio sería que el acusado no esté en condiciones de salud adecuadas, o sea, completamente incapacitado.
Al ser consultado sobre el comportamiento de JOH en la audiencia Duarte, dijo que Juan Hernández mostró un comportamiento orientado a una estrategia defensiva para intentar suspender el juicio.
Sin embargo, el juez Castel fue categórico al rechazar la solicitud de cambio de abogado defensor y confirmó el inicio del juicio para el 5 de febrero.
En la audiencia, el exmandatario hondureño expresó su inconformidad con la representación de su abogado defensor, Raymond Colon, y afirmó que su familia estaba siendo amenazada y que no había podido dialogar con su abogado en Honduras.
“No he podido hablar con mi abogado de Honduras. Necesito citar a testigos de Honduras. Necesito una computadora portátil", declaró Hernández.
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Prueba admitidas
En la audiencia, el juez admitió como evidencia comunicaciones electrónicas relacionadas con cocaína marcadas con 'TH' y fotos del teléfono de Tony Hernández, hermano de JOH, que mostraban ametralladoras, una con las iniciales "JOH". La fiscalía presentó más de 3,500 pruebas.
Acusación
Juan Orlando Hernández fue arrestado el 15 de febrero de 2022 en su residencia en Tegucigalpa. Agotó todos los recursos judiciales en Honduras para evitar su extradición, pero finalmente fue enviado a EE.UU. y se encuentra recluido en el Centro Metropolitano de Detención (MDC) en Brooklyn.
Se le acusa de participar en una conspiración corrupta y violenta de narcotráfico desde al menos 2004 hasta 2022, facilitando la importación de grandes cantidades de cocaína a Estados Unidos.
Según la acusación, Hernández utilizó su posición y los recursos del gobierno hondureño para apoyar a organizaciones de narcotráfico, recibiendo millones de dólares en sobornos.
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