Un niño de 5 años fue encontrado sin vida el jueves 24 de octubre en las aguas del río de Maraita, en el departamento de Francisco Morazán, tras haber salido al mediodía de ayer junto a su hermanita de tres años sin el permiso de su cuidador. Horas después una vecina alertó a los habitantes del lugar sobre el hallazgo del niño, cuyo cuerpecito se encontraba desnudo y sin signos vitales, informaron medios locales. No se informó de la hermanita de tres años, por lo que se presume que logró volver a su casa sana y salva. Según el reporte preliminar, el cuerpo del niño presentaba algunos golpes, razón por la cual la Fiscalía interrumpió el velorio familiar para trasladar el cuerpo a la morgue en Tegucigalpa, y realizar una autopsia que permita descartar cualquier indicio de violencia. Las autoridades investigan el caso y recaban información con los testimonios de los vecinos de la comunidad para deducir cómo se dieron los hechos. Este trágico suceso ha conmocionado a la comunidad de Maraita, que lamenta la pérdida y se une en apoyo a la familia, mientras se espera el informe oficial de las autoridades para esclarecer las causas de esta desgracia. Un hecho similar ocurrió el 5 de junio, cuando un menor de 14 años con Síndrome de Down fue hallado sin vida en el sector de La Sarrosa, municipio de El Progreso, en la zona norte de Honduras. El padre del menor, Napoleón Bonilla, reveló posibles indicios de abuso sexual y pidió a las autoridades investigar la muerte de su vástago, ya que presume que hubo mano criminal. Hasta la fecha el crimen no ha sido esclarecido. Según la Red de Instituciones por los Derechos de la Niñez (Coiproden), en 2023 se registraron 713 muertes violentas de niños, adolescentes y jóvenes, lo que representa un aumento del 25.3 % en comparación con las 569 muertes de 2022. En 2024, la tendencia al alza continuó. Hasta mayo de 2024, se habían reportado 274 asesinatos de menores, lo que indica un incremento del 6 % respecto al mismo período de 2023.