Un joven, de 20 años de edad, acusado de matar al menos a 10 niños y luego succionar su sangre, fue linchado por una multitud enfurecida en la localidad de Bungoma, Kenia.
Se trata de Masten Wanjala, quien confesó ser culpable de muerte de los niños y de succionar la sangre de algunas de sus víctimas.
Wanjala fue capturado, sin embargo, a una semana antes de la audiencia programada en la corte, Wanjala escapó de su custodia.
Luego llegó a su casa en Bungoma donde fue reconocido por varios niños, fue entonces que los habitantes procedieron a lincharlo, según el portal RT.
Versión de las autoridades
El administrador local, Bonface Ndiema, narró a medios de comunicación que "él viene de esta área y los niños lo vieron y supieron que era él y fue entonces cuando la información se difundió y los lugareños comenzaron a perseguirlo. Al final, corrió a la casa de un vecino, pero lo hicieron salir y lo lincharon".
Tras ser linchado de los pobladores, el sujeto fue recapturado y ahora enfrentará la justicia de Kenia