Las estimaciones de la Policía Nacional sobre la disminución de los índices de violencia criminal son optimistas.
Autoridades de esa institución del orden público han proyectado que, dentro de dos años, la tasa de homicidios disminuirá 11 puntos si se mantienen las acciones puestas en marcha.
A criterio de la superioridad de la Policía Nacional, el fortalecimiento del comando élite de Los Cobras, así como la recuperación de las atribuciones que son propias de dicha entidad y la puesta en marcha de una estrategia de evaluación interna de sus miembros.
Se avanza, asimismo, en las acciones de investigación, han subrayado los jerarcas de la Secretaría de Seguridad; no obstante, los sectores críticos afirman que, contrario a lo que señalan los datos estadísticos oficiales, la violencia criminal se ha desbordado como nunca antes.
El reporte del Sistema Estadístico Policial, registra un promedio de 10 homicidios diarios en 2022, frente a 11 hechos sangrientos cometidos cada 24 horas en 2021.
Hasta agosto, que es la última fecha de actualización de los datos procesados por la Policía Nacional, se habían ejecutado 2,333 homicidios, un promedio de 292 mensuales y un promedio de entre siete y 11 eventos diarios.
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En los ocho años anteriores se acumularon 35,444 homicidios, con una incidencia mayor en los años 2014, 2015 y 2016, con una incidencia mayor a los 5,000 hechos violentos en cada uno de tales.
En 2014 se reportaron 5,891 homicidios; en 2015 bajó a 5,148 crímenes; en 2016 ocurrieron 5,150 eventos; y en 2017 hubo un descenso hasta los 3,864 hechos.
Las acciones de inseguridad mostraron la misma línea con en 2018, cuando los antisociales ejecutaron 3,731 sucesos; en 2019 se observó un alza, porque se contabilizaron 4,094 homicidios, mientras que en 2020 se acumularon 3,624 crímenes, y en 2021 se reportaron 3,942. La tasa por cada cien mil habitantes se movió de 68 a 42 homicidios.
Los feminicidios, los crímenes contra menores de edad, la extorsión y el sicariato, son las manifestaciones más patentes de la inseguridad en Honduras. Las autoridades manifiestan que la incidencia está bajo control; la percepción, sin embargo, es que se ha desbordado en niveles insospechados.
