En los días recientes se han ido para arriba los precios de la carne, de los lácteos y de los huevos, a pesar de que –en el caso de este último producto- el Gobierno fijó su valor en 130 lempiras.

Las organizaciones que velan por los derechos de los consumidores han denunciado que al menos 15 productos de consumo popular han reportado alzas en su costo.

La canasta básica se ha encarecido desde los últimos meses del año pasado en alrededor de 16 por ciento, lo que se ha traducido en la pérdida de ocho por ciento del poder adquisitivo de una gran parte de la población.

El reporte del Banco Central sobre el Índice de Precios al Consumidor, establece que la inflación acumulada hasta enero de 2023 fue de 8.93 por ciento y en diciembre de 2022 se ubicó en 9.80 por ciento, una disminución de menos de uno por ciento. Agregan esos documentos que los aumentos más significativos se han observado en las zonas norte, oriental y sur del país.

A estos datos debe añadirse que casi tres millones de hondureños viven con un dólar al día, dado que no tienen una fuente de ingresos que les permita financiar sus necesidades de alimento, ya sea porque están desocupados o porque apenas sobreviven en la economía informal.

Para la mayoría de la población que se encuentra en tales condiciones de desventaja, es todavía más difícil ganarse la vida como resultado de la velocidad a la que se incrementa el valor de los principales productos de consumo.

Más noticias: A L120 venden cartón de huevos y a L85 la medida de frijoles en Tegucigalpa

Los entendidos en economía concuerdan en que la inflación es un golpe mucho más fuerte que la precariedad del empleo en Honduras. De ahí que es urgente que el Gobierno adopte medidas de contención del alto costo de vida que sitúa a la gran mayoría en crisis alimentaria.

La reciente aprobación de un ajuste de entre 700 y 1,400 lempiras en el salario mínimo, tampoco es un factor de alivio para la economía familiar. La explicación es porque ese aumento ya ha sido absorbido por la inflación y, de otro lado, es aplicado a un pequeño sector que está empleados en la formalidad.

Se estima que, en dos décadas, el conjunto de bienes de consumo esencial ha pasado de 1,300 a 3,800 lempiras mensuales por persona en la región urbana y se ha incrementado desde 700 hasta llegar a alrededor de 1,900 lempiras en la zona rural.

Con leves aumentos y rebajas, así estará el precio de los combustibles a partir del lunes 13 de febrero