En lo que va de este año se contabilizan más de 3 mil fallecidos confirmados por el nuevo virus y cerca de 600 pacientes de quienes se sospecha perdieron la vida por la misma causa.
Los infectólogos recriminan que Honduras siga sin rumbo ante los nuevos acechos del covid-19 por varios factores: todavía no se ha determinado qué variantes circulan y la vacunación lleva un ritmo muy lento.
Según las interpretaciones realizadas con base en los mismos informes del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager), el mes que acaba de finalizar representó el 14 por ciento del total de fallecimientos por el nuevo virus, el más alto desde marzo de 2020, cuando fueron detectados los primeros contagiados.
Especialista en epidemiología se han referido al porqué mayo se ha convertido en el mes con mayor número de víctimas mortales. La respuesta es que dicho comportamiento se atribuye a que las medidas de contención se relajaron, las cepas que están presentes en territorio nacional son más agresivas y el manejo equivocado de la pandemia por parte del Gobierno no ha sido corregido.
Los médicos están alarmados. Y es que las variantes de covid-19 son más letales, ya que los pacientes desarrollan síntomas de mayor virulencia y en menor tiempo.
Ha fallado el sistema de vigilancia de la Secretaría de Salud, lo que ha quedado de manifiesto en el hecho que aún se desconoce qué tipo de cepas son las que circulan en Honduras, lo que resulta vital para trazar una línea de intervención efectiva.
A esto se añade que Honduras está ante el peligro inminente que se presenten casos del llamado "hongo negro" que es un tipo raro de infección por hongos que causa una severa enfermedad con una alta mortalidad. Como se sabe, estos casos se han diagnosticado preferentemente en India, entre pacientes con covid.
¿Se cumplirán los pronósticos sobre la muerte de una persona con covid cada cinco minutos?
Los investigadores hondureños no dudan que así ocurra si no se toman las medidas contundentes para detener el avance de la pandemia.
El promedio diario de contagios por el nuevo virus ha subido de manera desenfrenada. En enero, las infecciones diarias fueron 809; en febrero sumaron 802; en marzo, bajaron a 604; en abril se elevaron a cerca de 800 contagios hasta llegar a mayo, con 900 casos cada 24 horas.
Así también han ido al alza las víctimas mortales por el nuevo virus. Honduras está muy lejos de obtener resultados efectivos si no se cambia el ritmo lento con que es abordada la peste y si prevalece la falta de planificación.
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