La tasa de mortalidad por covid-19 se ha elevado dramáticamente en el país, en particular en los departamentos de Copán, Comayagua, Lempira y Olancho.
En estos comprendidos, la relación es entre cinco y tres víctimas mortales por cada cien pacientes diagnosticados como casos positivos del nuevo virus.
También se ha observado un alza muy significativa en la cantidad de fallecimientos en los departamentos de Santa Bárbara, Cortés, Atántida, Valle, Ocotepeque y Francisco Morazán.
Cada media hora pierde la vida una persona en los hospitales o en los centros de triaje, aunque la Asociación de Funerarias reporta que esa proporción podría subir al doble.
El covid se está ensañando en algunos departamentos como Olancho, donde el número de víctimas mortales se ha incrementado de manera alarmante.
Las autoridades locales han demandado la intervención inmediata y la adopción de medidas para contener la pandemia y en la misma línea se han expresado el personal de salud y los funcionario del gobierno local de otros departamentos que sufren las consecuencias de una nueva embestida de la plaga.
Hasta diez fosas diarias son cavadas diariamente en Olancho para las víctimas de covid. Paradójicamente, se ha informado desde aquel departamento que el hospital móvil que sería instalado para atender la pandemia se encuentra en total abandono.
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Tampoco están en operación las estructuras temporales que fueron compradas para ser instaladas en Copán, Atlántida, El Paraíso y Choluteca.
Ninguno está acondicionado para asistir a los enfermos contagiados por el nuevo virus. Lo peor del caso es que la falta de personal y de recursos económicos ha hecho que decenas de centros de triaje hayan cerrado a nivel nacional.
Los especialistas han urgido una agresiva campaña destinada a contener el covid-19, mediante la realización de pruebas de diagnóstico de covid, fortalecimiento de los triajes y la ampliación de las brigadas médicas.
Científicos e investigadores han calificado como "muy grave" la situación epidemiológica en el país, dado que se ha observado un empeoramiento de la pandemia covid-19.
Tampoco hay muchas esperanzas de que Honduras avance en las acciones para responder a la agresividad de la pandemia. Las mínimas expectativas están centradas en la inmunización de la población, un tema en el que los otros países del istmo han caminado a paso más acelerado y sostenido.
Apenas se ha anunciado que el viernes llegará a Honduras una primera entrega de 6,000 vacunas rusas Sputnik y en las próximas dos semanas serán recibidas unas 189,000 de la farmacéutica AstraZeneca.
Por lo demás, no hay señales de que las autoridades competentes estén en la línea de la elaboración y puesta en ejecución de una estrategia para el manejo adecuado de la emergencia, sino en la ruta de la improvisación.
El Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (SINAGER), contabiliza hasta ahora una cifra muy cercana a los 200,000 casos positivos y cinco mil víctimas mortales.
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