Dos peligros son los que conspiran contra los objetivos que se habían planificado para el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), y ordenamiento de las finanzas de Honduras: una recesión económica y una inflación de dos cifras.

Las proyecciones de crecimiento económico no son buenas. Honduras viene de un proceso de deterioro que se agravó con motivo de la pandemia y que está amenazado por situaciones derivadas de la confrontación armada en Europa.

Las perspectivas apuntan que nuestro país no tendrá una evolución del PIB más allá del 3.5 por ciento y podría incluso ser revisado hacia la baja, en el marco de una caída en la actividad económica de todo el mundo.

Sumado a ello, el incremento en el costo de los bienes de consumo es una amenaza real que ha generado la preocupación de los diversos sectores y particularmente de la población que vive en carne propia los efectos del alto costo de vida, motivado por el encarecimiento de los derivados del petróleo.

La inflación es hoy día la inquietud más grande expresada por todos los países del mundo, incluso los desarrollados. En lo que respecta a Honduras, es el mayor reto del Gobierno, han destacado los versados en economía y en finanzas.

Los datos del Banco Central enfatizan que el 40 por ciento de la alza en el costo de vida se atribuye a factores externos ligados con el conflicto entre Rusia y Ucrania.

El 73 por ciento de la población hondureña vive en pobreza y está en riesgo de que su situación empeore como resultado del proceso del retroceso económico y de los elevados índices de precios al consumidor, han advertido expertos del FOSDEH.

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De su parte, miembros del Colegio de Economistas, han llamado a reflexionar sobre una potencial amenaza: La inflación podría llegar a dos cifras, lo que representaría un castigo fuerte para los más pobres.

¿Qué políticas hay que adoptar para reducir la abismal diferencia entre los ingresos y los gastos del país? ¿Cuál es la salida al enorme desequilibrio fiscal por el que atraviesa el país?

¿Es buena idea utilizar reservas internacionales? Sobre esta interrogante en particular, los investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, han respondido que todo dependerá de los mecanismos que sean utilizados para las operaciones de este tipo.

Los estudiosos del tema han llegado a la conclusión que para el país representa un riesgo la utilización de reservas internacionales con el fin de disminuir la brecha entre ingresos y gastos, porque puede ocasionar una situación de "no pago" y una presión sobre el tipo de cambio, además de un clima negativo para la inversión.

Los funcionarios gubernamentales han reafirmado que los mil millones de dólares que serán tomados de las reservas internacionales serán invertidos en la reactivación del aparato productivo y en la generación de empleo.

Las reservas internacionales deben ser utilizadas como escudo financiero para enfrentar el ciclo de recesión internacional que se avecina. A Honduras le compete estimular la economía interna.

La interrogante que queda pendiente es si la administración de la presidente Xiomara Castro tiene lista una política que responda a los peligros de regresión económica, una inflación de dos dígitos y un desmejoramiento de las condiciones sociales de la población.

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