La alarma prevalece entre las autoridades de la Secretaría de Salud, así como de los hospitales públicos y entre los médicos que están en la primera línea de respuesta de la pandemia.
Y es que, en las jornadas epidemiológicas recientes, se ha reportado un alza notable en el número de víctimas mortales por el nuevo virus, al punto que se estima que una persona fallece cada dos horas por complicaciones de covid.
Los especialistas que atienden en la red hospitalaria pública y en el Seguro Social del Distrito Central y de San Pedro Sula han confiado que los triajes están enviando pacientes graves que mueren apenas 72 horas después de ingresados.
En la región norte, el Hospital Leonardo Martínez de San Pedro Sula, Cortés, registra la cifra más alta de decesos. En las últimas jornadas ha informado sobre diez fallecimientos hasta ayer nada más había un cupo en la Unidad de Cuidados Intensivos.
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En la capital, el Instituto Cardiopulmonar permanece sin espacios para infectados por el nuevo virus en estado crítico. Cada semana mueren seis pacientes en el referido hospital, un aumento de cien por ciento en comparación con los reportes de los dos meses anteriores.
Y en el Hospital María, siempre en esta capital, han tenido que ampliar la cifra de camas para el manejo de infectados que requieren un manejo con oxígeno de alto flujo.
En las últimas horas, se ha hecho énfasis en el rápido y sostenido ascenso en la cantidad de expedientes en los hospitales de Atlántida y de Choluteca.
El escenario es bastante reservado en los centros de triaje, donde la positividad de expedientes ronda el 50 por ciento y el índice de las hospitalizaciones a nivel nacional presenta una media de 40 por ciento.
De un centenar de pacientes sospechosos de covid que eran atendidos hace unos meses en los establecimientos de evaluación primaria, ahora son 400 personas las que llegan con síntomas y en diferentes estados.
De su lado, las brigadas médicas que van casa por casa, con el fin de conocer los núcleos de infección y determinar la condición general de la población, la detección de casos se ha elevado en un seis por ciento.
Los médicos que luchan desde diferentes trincheras contra el virus, concuerdan en que es asombrosa la actitud desafiante y el comportamiento temerario de la población que ha dejado de lado las medidas para evitar la diseminación del nuevo virus y cortar el círculo de contagio.
Los hondureños no deben bajar la guardia aún y cuando llegue la vacuna contra el covid al país en abril de 2021, ya que el medicamento será aplicado a un porcentaje mínimo de la población en su primera fase, han advertido los expertos.
