Suny Galino, madre de la menor Astrid Reyes de seis años considerada, por las autoridades, la víctima más joven de la covid-19 en Florida, Estados Unidos, busca repatriar a Honduras las cenizas de su hija.

Según relato de la progenitora la menor anhelaba regresar a su país para estar con sus abuelos y primos y abandonar una vida de soledad en ese país, sueño que desea cumplir.

La pequeña falleció el  pasado 19 de agosto, cuando la desconectaron en el Hospital Johns Hopkins All Children, en San Petersburg, después de sufrir un derrame cerebral a raíz del covid-19.

En agosto de 2019, Galindo, viajó en compañía de su única hija desde Juticalpa (Honduras) hasta a Tampa Estados Unidos, y esperan celebrar el 24 de agosto de 2020 el primer año de haber llegado a Estados Unidos, sin embargo, murió cuatro cinco días antes.

"Nadie se imagina eso para sus hijos", dice Galindo, quien iba a comprarle la tableta que quería para el que sería su séptimo cumpleaños el pasado lunes.

Galindo es inmigrante y solicitante de asilo.

Vea: Familia hondureña cumplirá último deseo de niña migrante que murió por coronavirus en Florida