El hecho ocurrió el 13 de mayo, previo a la celebración del Día de la Madre, y fue gracias a unas personas que caminaban por la playa que la hondureña no logró su cometido.

Cuando notaron lo que estaba haciendo, corrieron al mar a rescatar al recién nacido, que por fortuna no tragó mucha agua.

Tras lo ocurrido, la madre del niño fue llevada con las autoridades para que justificará su acción, que hasta la fecha se desconoce.

Durante la detención, la mujer gritaba "no lo vuelvo a hacer", "lo prometo que no volverá a pasar", mientras lloraba y pedía perdón a las autoridades por su acción.

La prensa local de Roatán, informó que la supuesta agresora es conocida porque tiene problemas mentales.