Eduardo Rivera, la víctima, residía en Louisiana junto a su esposa e hijas y perdió la vida el pasado domingo 3 de marzo tras sufrir un paro cardíaco.
"Lo que sucedió el domingo pasado fue que fui a la iglesia, y cuando regresé, lo encontré tirado en el piso. Creí que estaba durmiendo, pero no era así. Él no se movía, así que solicité ayuda al 911", relató la esposa de Eduardo.
Después del paro cardíaco, Eduardo quedó con muerte cerebral, y su familia está considerando la posibilidad de donar sus órganos o repatriar su cuerpo a Honduras.
"Era una persona muy trabajadora, humilde, muy callado y reservado", declaró su esposa, también hondureña.
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Para recaudar fondos, Heydi, la esposa de Eduardo, ha abierto una página en GoFundMe.
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