Dos hondureños marcan historia con su actitud y la elaboración de sus productos.
Como cada mañana dos ciudadanos; una señora y un joven hacen la diferencia en el país, al ofrecer sus productos alimenticios a la población que se traslada a sus diferentes trabajos.
Para el caso el joven Javier quien se levanta bien tempranito y ofrece sus deliciosos panqueques frente de las instalaciones del Metropolis en Tegucigalpa.
Al empresario lo caracteriza su simpática sonrisa a la hora de ofrecer su producto.

Otro caso que admirar la señora Luz Carranza, quien tiene 25 años de vender nacatamales y su actual punto de venta es frente a las oficinas de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) en la colonia El Trapiche en Tegucigalpa.
La hondureña digna de admirar manifestó que con una actitud positiva durante 25 años ha logrado sacar adelante a su familia.
Con estas dos realidades no hay excusa para poner como pretexto la palabra no hay trabajo, sino que todo pasa por tener una buena actitud con mente positiva y emprendedora.