El hecho sucedió cuando Peggy Jones, una residente de Texas, Estados Unidos, estaba podando el césped del jardín de su vivienda y de repente comenzó el ataque hacia su persona.
Dicho ataque fue accidental, pues un halcón llevaba una serpiente como presa pero se le deslizó. El reptil -se desconoce si era venenoso o no- terminó cayendo en el brazo de Peggy Jones y aprovechó para enredarse en la extremidad de la mujer.
La serpiente no solo estaba aferrándose en el brazo de la mujer de 64 años, sino que también comenzó a morderle la cara e incluso, el reptil rompió sus gafas.
De lejos, el halcón identificó a su presa y voló rápido hasta donde se encontraba la mujer para recuperar la serpiente. En el intento, el animal comenzó a atacar al reptil, no obstante, fue la mujer de 64 años que recibió los daños.
Se desconoce cómo se liberaron los animales, solo se sabe que la mujer sobrevivió y ha indicado en múltiples medios internacionales que está agradecida con Dios por estar bien,
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