En tiempos del coronavirus, en Honduras hay sectores que ya se lanzaron a navegar en río revuelto y que quieren sacar ventaja de una eventual situación de emergencia.

Se sabe que el uso de las mascarillas y la utilización de gel anti-bacterial son indispensables dentro del programa de prevención del contagio y tratamiento de la enfermedad.

Desde que el nuevo virus que provoca neumonía comenzó a expandirse en todo el mundo, las caretas de protección comenzaron a escasear en las farmacias y casas distribuidoras. Lo mismo ha sucedido con el gel antiséptico.

Y en la medida en que los casos se han extendido y se han confirmado nuevos cuadros en países cercanos, el valor de tales insumos se ha elevado de manera exagerada.

Hasta ahora se desconoce si las dependencias estatales han iniciado las acciones de verificación y de intervención, con el fin de truncar las malsanas intenciones de algunos que quieren "aprovecharse" de la zozobra actual generada por la moderna peste.

Los conocedores de temas epidemiológicos han hecho énfasis en la precariedad del sistema de salud hondureño que no tiene capacidad para abordar un escenario crítico que pudiese presentar el coronavirus.

La preocupación es mucho mayor por esa condición que convierte a Honduras en el país más vulnerable y expuesto a una potencial epidemia de coronavirus.

Aunque todavía no se han confirmado cuadros de la moderna peste en Centroamérica, la alarma está encendida y las medidas de protocolo ya fueron activadas en la región.

En Guatemala, el Gobierno elevó de verde a amarilla la alerta amarilla institucional ante la expansión rápida del Covid-19 en todos los continentes.

En El Salvador se han extremado las medidas de control de ingreso y se ha prohibido la llegada de personas procedentes de China, Irán y de otras naciones con los más altos porcentajes de casos positivos. Además, se ha destinado una partida de casi nueve millones de dólares para encarar la emergencia.

En Honduras, Salud hizo públicos los lugares que se presume han sido habilitados para el aislamiento de los posibles pacientes.

Los mismos estarían en los hospitales de San Marcos, en Ocotepeque; Occidente, en Copán; Mario Catarino Rivas en Cortés; y Roatán, en Islas de la Bahía.

En el departamento de Francisco Morazán han sido identificados para los mismos fines, los Hospitales San Felipe y el Instituto Nacional Cardio-Pulmonar.

En Valle funcionaría el Hospital San Lorenzo; en Choluteca, el del Sur; y en La Ceiba, ha sido acondicionado el Regional de Atlántida, según consta en el plan de emergencia nacional.

El temido coronavirus ya se ha expandido a más de 50 países, ha registrado al menos 90 mil casos positivos y más de 3 mil muertes a nivel global.

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