De un escenario de violencia y terror, a un espacio de alegría, paz y seguridad. La villa navideña de San Pedro Sula fue inaugurada como un símbolo de esperanza.

Donde antes estuvo el centro penal sampedrano, la escuela del crimen desde donde se ordenaban secuestros, asesinatos, robos, secuestros, ajustes de cuentas y tráfico de drogas, fue construida una espectacular villa navideña.

De 5:30 de la tarde a 10:00 de la noche, las familias disfrutan de un ambiente de paz y tranquilidad, de alegría y seguridad.

El centro penal sampedrano fue demolido en 2017 como parte de la estrategia del gobierno del presidente Juan Orlando Hernández para reducir los índices de violencia.

Los efectos fueron casi de inmediato, pues San Pedro Sula, que estaba entre las tres ciudades más violentas del mundo, hoy ya no aparece ni entre el top treinta.

En la villa navideña sampedrana hay área de niños con fábrica de juguetes, aldea de los duendes, escenario infantil, casa de Santa Claus, área de árbol, estación y tren navideño.

Además: un Nacimiento gigante, un photo opportunity, alas de ángel, pasaje de emprendedores, comidas, área juvenil con realidad virtual, toro mecánico, inflables, futbolito, entretenimiento y presentaciones artísticas cada noche.

“Antes aquí se sentía como una presión al andar por las calles aledañas, miedo; hoy lo que se ve es algo lindo, con juegos, luces, diversión y un ambiente de paz y serenidad", dijo Roberto Mejía, con domicilio en el barrio Cabañas.