Bonilla solicitó la palabra al juez Kevin Castel, una vez que concluyó la participación del expresidente hondureño Juan Orlando Hernández (2014-2022), quien, junto al expolicía Mauricio Hernández, son los procesados en un caso conjunto.
"He estado sin libertad en Estados Unidos, debo apelar por la falta de defensa que tengo", expresó Bonilla al juez Castel.
Seguidamente, añadió: "No soy un delincuente ni un criminal", aunque el juez le indicó que esa afirmación debería hacerla el día del juicio.
Bonilla también expresó su descontento con la representación de su abogado, argumentando que envió una carta solicitando un cambio de letrado.
Enfrentando graves cargos, Bonilla enfatizó la falta de una defensa adecuada, reiterando que no es un delincuente.
Durante la audiencia, el abogado de Bonilla intervino y mencionó que habían contratado a otro profesional del derecho. Sin embargo, admitió que revisa el material solo dos veces por semana, lo cual le genera tensión.
Ante la solicitud de un cambio de abogado, Castel denegó la petición argumentando que ya no hay tiempo, ya que el juicio se llevará a cabo en menos de un mes.
En la audiencia también estuvo Mauricio Hernández, su defensa, y el exmandatario hondureño, en compañía de su abogado Raymond Colon. Además de la parte acusadora.
En la audiencia previa, los extraditados, tuvieron un acercamiento con Castel donde aprovecharon para solicitar cambios en la defensa. La Fiscalía por su parte, presentó más pruebas en contra de los imputados.
🚨 #EstáPasando| Juan Carlos "El Tigre" Bonilla en audiencia previa al juicio: pic.twitter.com/3Y1Ipggcui
— tunotacom (@tunota_com) January 18, 2024
Extradición del El Tigre
Juan Carlos 'El Tigre' Bonilla fue extraditado a Estados Unidos el 10 de mayo de 2022 por cargos de narcotráfico y delitos relacionados con el uso de armas de fuego.
Su extradición se materializó en un operativo que incluyó una caravana de seguridad con más de 150 policías, vehículos blindados y helicópteros con francotiradores.
Bonilla fue capturado en marzo y permaneció recluido en el Primer Batallón de Infantería antes de su extradición.
Se le acusa de haber utilizado sus altos cargos para facilitar el tráfico de drogas y emplear la violencia, incluido el asesinato, para proteger a las células de narcotraficantes con conexiones políticas.
Entre los cargos específicos que enfrenta se encuentran la conspiración para importar cocaína a Estados Unidos, el uso, transporte y posesión de armas de fuego, incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos, en apoyo de la conspiración de importación de narcóticos.
El proceso judicial en Honduras culminó con la ratificación de su extradición por la Corte Suprema de Justicia después de que Bonilla solicitara a su defensa no presentar más recursos legales para agilizar su entrega a las autoridades estadounidenses.
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