En un espacio de 4 por 5 metros se encuentra recluido en la Dirección Nacional de Fuerzas Especiales de Tegucigalpa, el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, a pocos días de ser extraditado hacia Estados Unidos.
Al exmandatario Hernández le quedan pocas horas en el país para enfrentar a los fiscales de Nueva York que lo acusan por cargos relacionados con narcotráfico.
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Día a día de Juan Orlando Hernández
Recluido en las instalaciones de la Dirección Nacional de Fuerzas Especiales, el exmandatario hondureño, inicia su día a las 6:00 de la mañana.
La oración es su primer paso al empezar su rutina diaria. A las 8:00 de la mañana el expresidente agradece por los alimentos, suministros que son enviados por sus familiares.
Unos diez minutos después, Hernández se prepara para elegir entre sus diez mudadas, cantidad que se le permite tener en las instalaciones donde está recluido.
A las 9:00 am, llega el momento de tomar el sol, donde aprovecha los 60 minutos para poder hacer ejercicio, siempre bajo un estricto resguardo policial.
Una hora después, específicamente a las 10:00 de la mañana, se prepara para su respectiva ducha, para posteriormente, su tiempo de lectura.
Luego llega el momento de revisar su salud, un médico realiza el chequeo, toma signos vitales y suministra medicamentos.
A las 12:00 del mediodía, llega su almuerzo. Además, el expresidente Hernández no desaprovecha la oportunidad para brindar consejos a quienes están cerca de él.
Al caer la tarde, es momento de escribir, el exmandatario posee un lápiz y cuaderno para expresarse, esperando que sean las 6:00 pm, hora en la que su esposa, la ex primera dama Ana García de Hernández, en ocasiones acompañada por sus hijas, llega a visitarle.
Y dos horas antes de finalizar el día, el expresidente Juan Orlando Hernández, se prepara para intentar conciliar su sueño, dependiendo inclusive de medicamentos, mientras llega la hora de su extradición.
