Según Julio Raudales, es fundamental que el presupuesto esté alineado con los objetivos de desarrollo nacional, un criterio que, lamentablemente, no se ha cumplido en años anteriores.
El economista, reconoció en Diario Matutino de HRN, la existencia de una voluntad por parte del gobierno actual para incrementar la inversión pública, lo cual es un paso positivo hacia el fomento del desarrollo. Sin embargo, levantó banderas sobre el considerable aumento en la partida destinada al pago de sueldos y salarios, sugiriendo que este incremento podría no ser sostenible a largo plazo.
Una de las declaraciones más alarmantes del economista fue su previsión de que el gobierno tendrá que recurrir a nuevos endeudamientos para financiar el presupuesto de 2024. Este ciclo de endeudamiento continuo, según el economista, está llevando a un crecimiento incesante de la deuda, lo que compromete seriamente el bienestar de las futuras generaciones y sus condiciones de vida.
"Nos endeudamos más, el gasto público se incrementa y, sin embargo, la pobreza sigue en aumento", señaló, resumiendo el círculo vicioso en el que parece estar atrapada la economía del país. Esta situación plantea serias dudas sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas y el impacto social de las políticas económicas actuales.
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Julio Raudales, expresidente del Colegio de Economistas, sobre el Presupuesto General de la República. 🔽https://t.co/GmSzQGKhyt pic.twitter.com/xuuJOtAmXd
— Radio HRN (@radiohrn) February 9, 2024
El aumento del gasto público, especialmente en áreas que no contribuyen directamente al desarrollo productivo, junto con el crecimiento de la deuda, plantea un desafío significativo para el país. La necesidad de una gestión fiscal más prudente y estratégica es más crítica que nunca, especialmente cuando se considera el legado económico que se dejará a las próximas generaciones.
Presupuesto aprobado para 2024
En Honduras, el Congreso aprobó el 17 de enero un presupuesto que asciende a 407 mil 137.5 millones de lempiras, con un enfoque en inversión pública y social, priorizando el bienestar de la población.
Este presupuesto representa un incremento significativo respecto al año anterior, con inversiones en infraestructura, salud, seguridad alimentaria, y programas sociales para apoyar a las comunidades más vulnerables
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