Charles Leclerc tuvo una brillante actuación este domingo en el Gran Premio de la Fórmula 1 disputado en Bélgica. Una parte de él no tenía ni ganas de correr hoy tras la muerte de uno de sus mejores amigos. Pero precisamente por ello, sabía que debía correr y ganar. Como hizo días después de que falleciera su padre y cumplió de nuevo la pole.

Bottas, ganó la Pole

Charles sabe hacer ese ‘click’ mental con el que poner el ‘modo carrera’ e ir a por todas. Esta vez, lo hizo olvidándose de todo pero sabiendo que no podía fallar. No le podía volver a pasar como en Bahrein, cuando quedó a 10 vueltas del triunfo por un problema de motor. O en Austria, cuando Verstappen le quitó la victoria a 2 giros del final.

Este domingo, nada ni nadie iba a imponerse en su camino. Ni en la salida, cuando arrancó de forma decidida desde la pole sin dar opciones a sus rivales. Ni tras su primera parada, cuando el equipo le preparó una ‘sorpresita’, devolviéndole a pista por detrás de un Vettel en la vuelta 22 que había parado mucho antes para protegerse de Hamilton.

El francés hizo el mejor de los esfuerzos y mantuvo la ventaja de los 6 segundos sobre Lewis, quien redujo la distancia a 2 segundos, pero el piloto galo aguantó. Tenía un cometido, el de ganar por primera vez en la F1, su gran objetivo en su primer año en Ferrari. Hoy Leclerc no corría solo. Lo hacía con ellos tres. Y así, era imposible batirle.