Se define la libertad de prensa como el derecho que es inherente a los medios de comunicación para los fines de informar e investigar los hechos sin limitaciones o coacciones de ningún tipo o intereses de naturaleza extraña.

Es pertinente que recordemos este concepto en el Día de la Libertad de Prensa, proclamado por la Organización de Naciones Unidas, porque el objetivo último es reconocer la contribución de los medios de información masiva en el fomento de los valores democráticos.

Un principio incontrastable es que solamente la prensa libre, pluralista e independiente puede vanagloriarse de incidir en la construcción de una sociedad justa, en evolución permanente y en formación constante de opinión crítica.

Cuando meditamos sobre estos temas, vienen a colación muchas preguntas acerca de la función social que ejercen los medios de comunicación, así como los peligros a los que se ven enfrentados y las tentaciones que acechan a los mismos periodistas que son los responsables de informar, analizar e interpretar la noticia.

En términos generales, Honduras ha gozado de una relativa libertad de prensa que No ha sido conculcada en extremo, aun en regímenes de fuerza impuestos en el país en los años 60 y 70.

Pero también es cierto que ha estado bajo ataque punzante recientemente, a causa de la introducción de disposiciones lesivas en el nuevo Código Penal.

Se ha librado una batalla fuerte contra tales amenazas, preferentemente contra la pretensión de criminalizar los delitos de difamación, calumnia y otros de su especie y derivación.

La emergencia de salud que nos aqueja y que tiene dimensiones catastróficas, nos ha obligado a hacer una pausa en el análisis de todos los riesgos que arrastra el cuerpo normativo penal que está por entrar en vigencia.

Y es que, por ahora, nos enfrentamos a una crisis sin precedentes que representa para la prensa el desafío de luchar contra las informaciones mentirosas, las noticias falsas y todos aquellos contenidos que conspiran contra la necesidad de orientación de la población afectada.

Hoy, más que nunca, los hondureños necesitamos comprender lo que ocurre a nuestro alrededor, saber a ciencia cierta qué nos espera y cómo debemos actuar frente a las demandas del excepcional estado por el que atravesamos.

A los medios de comunicación responsables, de genuino liderazgo y de indiscutible credibilidad como HRN, miembro de la Corporación Emisoras Unidas-Televicentro, nos corresponde velar por que resplandezca siempre la verdad.

A los comunicadores y periodistas nos toca defender la libertad de prensa en una situación urgente en la que deben anteponerse la solidaridad con los semejantes, la vocación de servicio y la convicción de entrega a las causas legítimas, nobles y justas.

¡Valen estas reflexiones en el Día de la Libertad de Prensa!