El exdirector de Inversión Estratégica de Honduras (Invest-H), Marco Bográn, fue trasladado este jueves 21 de julio al Hospital Mario Mendoza, de Tegucigalpa, para ser diagnosticado ante presuntos problemas mentales.

Dicho centro hospitalario brinda servicios psiquiátricos y ha sido el lugar de reclusión de distintos privados de libertad que por seguridad personal o cuidados especiales de carácter neurológicos no pueden permanecer en los centros penitenciarios del país.

Bográn recibió una condena de 10 años, 11 meses y 7 días y medio de prisión; una multa de L 1,475,921,298.82 y la inhabilitación absoluta para empleo o cargo público por el doble de la pena de cárcel, por ser hallado culpable de fraude agravado en el caso de la compra de hospitales móviles.

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El exfuncionario fue atendido en consulta externa en el Mario Mendoza para un estudio psiquiátrico, pero retornó al Instituto Nacional Penitenciario (INP), donde cumple su condena, según detalló su abogado Mario Cardenas.

"Esto es producto de una inquietud porque el señor Marco Bográn ha presentado un comportamiento no adecuado", dijo, al mismo tiempo informó que la defensa ha pedido un psiquiatra personal.

Explicó que hasta el momento no puede solicitar un cambio de medidas carcelarias para el exdirector de Invest-H, puesto que no hay un estudio que avale una condición mental fuera de lo normal.

Episodios de Ansiedad

Otro de los apoderados legales de Bográn, Marco Tulio Castro, indicó que su cliente está padeciendo de episodios de ansiedad.

"Según él (Bográn) debido a que lo han privado aparatos para oír música, libros, etc. parece que eso ha contribuido a la situación que le está pasando", precisó.

Asimismo, detalló que cuando tengan los resultados médicos de su cliente los analizarán para solicitar lo más recomendado para su salud, de ser necesario solicitar una revisión de medidas para que sea trasladado a un centro de salud público o privado.

Ante esta situación, el psiquiatra Javier Uclés consideró que los trastornos de ansiedad son normales en reclusos.

"En mi experiencia he visto muchos casos que personas son trasladadas a hospitales psiquiátricos para que ya no estén en una cárcel", acotó.