El potente movimiento telúrico, que ya ha cobrado la vida de al menos 2,497 personas y dejado a otras 2,476 heridas, ocurrió de manera repentina, según describió Ighenbaz.

A pesar de que el pastor de cabras resultó ileso, su esposa e hija lograron escapar de los estragos del terremoto. Trágicamente, sus padres y su hijo de 11 años quedaron atrapados bajo los escombros de un edificio.

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Según informa el portal La Nación, el hombre encontró a su hijo y a sus padres atrapados, y vio cómo asomaba la mano de su hijo entre los escombros.

Tyeb aite Ighenbaz actuó rápidamente y cavó desesperadamente para rescatar a su hijo, pero cuando logró hacerlo, ya era demasiado tarde; habían fallecido.

En este momento, continúan las labores de rescate el lunes 11 de septiembre, con la participación de alrededor de 3,500 rescatistas que trabajan arduamente en la recuperación de cuerpos víctimas del devastador terremoto.

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