Dos policías fueron asesinados este domingo presuntamente por miembros del Clan del Golfo, la mayor banda criminal de Colombia, en un municipio de Antioquia, en el segundo ataque del fin de semana en este departamento contra la Fuerza Pública.
El director de la Policía, el general Jorge Luis Vargas, informó, sin dar mayores detalles del ataque, que los asesinados fueron dos patrulleros, Geovanny Alcalá y Andrés Andrade, que fueron atacados este domingo por la mañana en el municipio de Bello, en el noroeste del país.
"Perseguimos sin descanso a los asesinos de policías de la patria para que afronten la severidad de la Justicia. Así caerán los criminales del Clan del Golfo que les arrebataron la vida a nuestros patrulleros Geovanny Alcalá y Andrés Andrade en Bello", dijo Vargas en un mensaje de condolencias en su cuenta de Twitter.
Según informaron medios colombianas, los dos patrulleros se encontraban en un establecimiento comercial, cuando hombres en motocicleta llegaron, arrojaron una granada y posteriormente dispararon contra los agentes.
Perseguimos sin descanso a los asesinos de policías de la patria para que afronten la severidad de la justicia. Así caerán los criminales del 'Clan del Golfo' que les arrebataron la vida a nuestros patrulleros Geovanny Alcalá y Andrés Andrade en Bello, #Antioquia. #NosDueleATodos pic.twitter.com/eRTFD87S2L
— General Jorge Luis Vargas Valencia (@DirectorPolicia) July 17, 2022
Segundo ataque contra la Policía
Se trata del segundo ataque contra la Policía que se produce en menos de 24 horas en el departamento, ya que este sábado el Clan del Golfo también atacó un control policial de tránsito en una zona rural de Cañasgordas, en la vía que comunica Medellín y el Urabá (caribe).
En el ataque, murió otro patrullero y un civil, y otros cuatro policías resultaron heridos y tuvieron que ser trasladados a un hospital, según el reporte policial.
Desde que el Gobierno de Colombia extraditó al máximo líder del Clan del Golfo, Dairo Antonio Úsuga, alias "Otoniel", el pasado mes de mayo, este grupo empezó una campaña de retaliación que incluyó una semana de paro armado que puso en jaque el norte y noroeste del país y un "plan pistola" contra la Policía y el Ejército.
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