En máxima alerta se encuentra Honduras por la circulación de tres variantes de covid-19 que son más transmisibles y de una acción más letal.

En un contrasentido a ese rumbo que ha tomado la pandemia, los centros de triaje siguen cerrando sus puertas por falta de fondos, la indiferencia gubernamental para proveer a dichas unidades de insumos y medicamentos, así como a causa del reclamo de pago de su personal.

En La Ceiba, Atlántida, los profesionales de primera línea se cansaron de solicitar la entrega de sus salarios atrasados desde hace cuatro meses. Los afectados han acrecentado sus medidas.

En el Distrito Central, convertido ahora en el epicentro de la plaga, la emergencia sanitaria se ha agudizado en los hospitales El Tórax, San Felipe, Escuela y María.

No son menores los problemas que encaran los triajes. El que está localizado en la Universidad Católica suspendió sus operaciones desde ayer, ya que no cuenta con equipo ni insumos para recibir a los sospechosos de infección por covid-19. Hasta la fecha permanecían en dicha sala más de 20 pacientes que urgen ser estabilizados.

En el Centro Cívico Gubernamental, la demanda de personas pendientes de ser confirmadas como portadores del virus se ha disparado, y lo peor es que tampoco tiene disponibles los materiales y fármacos necesarios para tratar a los enfermos que llegan en condición preocupante.

Y el triaje instalado en el Instituto Jesús Milla Selva ya colapsó. Su capacidad para recibir a los pacientes que requieren ser estabilizados está superada con creces.

En general, se ha informado que al menos 80 personas esperan en los triajes de la capital para ser trasladados a los hospitales, donde tampoco hay espacios para los infectados por el SarsCov2.

En la presente etapa, el departamento de Francisco Morazán es el más impactado por el covid-19 por la carga viral que desemboca en el diagnóstico de más casos y el reporte de más muertes.

Seis de cada diez infecciones por el nuevo virus corresponden a Francisco Morazán, según se deduce de los datos proporcionados por las autoridades del ramo.

Cada día se suman un poco más de mil casos en el referido departamento, se deduce de los informes del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager).

Sobresale que la plaga ha hecho explosión más intensa en el Distrito Central, tanto así que el Hospital Mario Catarino Rivas en San Pedro Sula, Cortés, ha tenido que abrir algunos cupos para los pacientes referidos de Tegucigalpa.

Quienes se dedican a la interpretación de datos de Sinager, han colocado particular acento sobre un dato: Junio se encamina como uno de los meses con el mayor reporte de diagnósticos positivos desde marzo de 2020.

En promedio, diariamente se han realizado 2,500 pruebas para la detección del nuevo virus, de las cuales son confirmadas entre 800 y 1,000 y una cifra de más de veinte fallecidos cada 24 horas.

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