En medio de la devastación que dejó el incendio en el mercado Medina de San Pedro Sula, un testimonio de fe llamó la atención de propios y extraños. Yahaira Zelaya, locataria del centro de abastos, aseguró que vivió un milagro luego de que su negocio quedara intacto pese a encontrarse en la zona cero del siniestro que arrasó con más de 100 puestos la noche del lunes 29 de diciembre y madrugada de este martes. Según relató a medios nacionales, una hora antes de que iniciara el incendio decidió ungir y orar dentro de su establecimiento, una bodega de abarrotería ubicada en una de las áreas más afectadas. Para Zelaya, ese acto de fe evitó que las llamas consumieran su negocio, mientras a su alrededor todo quedó reducido a cenizas. “Le voy a contar el testimonio que quiero dar. Venimos nosotros ayer, yo tengo otro negocio abajo y ya días estaba que quería ungir el negocio. Hace dos semanas lo tenía en mente y ayer dije: hoy va a ser”, expresó. La comerciante explicó que incluso pospuso una actividad familiar para cumplir con lo que sentía como una necesidad espiritual. “Me vengo y empiezo a ungir desde arriba. Lo ungí todo y solo Dios lo cubrió. Había cuetes al lado y no pasó”, agregó Zelaya, al referirse a la presencia de pirotecnia en negocios cercanos, uno de los factores que las autoridades investigan como posible origen del incendio. Conmovida, la emprendedora reiteró su agradecimiento y compartió un mensaje de esperanza para los afectados. “Es un milagro de Dios. Invito a la gente a que siga creyendo, porque una hora antes de empezar el incendio ungí. Se nos dio vuelta todo, pero no pasó a más. Dios lo detuvo, solo Dios nos cubrió con su sangre poderosa”, manifestó. Esta mañana seguían las labores de enfriamiento y remoción de escombros. Daños y pérdidas económicas El incendio en el mercado Medina dejó un saldo devastador. De acuerdo con el reporte oficial del Cuerpo de Bomberos, más de 100 puestos resultaron afectados y las pérdidas económicas ascienden a millones de lempiras. Inicialmente se reportó que dos recién nacidos habían sido hospitalizados tras inhalar humo durante la emergencia, pero funcionarios del hospital Mario Rivas descartaron este extremo. Mientras continúan las evaluaciones de daños y las investigaciones sobre el origen del siniestro, el testimonio de Yahaira Zelaya se convirtió en un símbolo de fe y esperanza en medio de la tragedia.