Un vídeo que circula en redes sociales reveló el momento en que la monja en cuestión de segundos se lanzó hacia el activista cuando este corría con dos tubos en las manos.

Luego de ello, tanto la monja como el activista cayeron al suelo, donde ya comenzaron los trabajos para la construcción del templo, y los propulsores de la misma acudieron en apoyo de ella.

Entretanto, otro grupo de monjas hicieron una cadena humana para proteger la maquinaria con la que se llevará a cabo el proyecto.

La construcción del templo católico está planificada para ser una basílica que albergue a unos 3,500 feligreses, pero activistas de la zona se oponen al proyecto por asegurar que este dejaría una considerable 'huella de carbono' en el ambiente.

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