Un niño con parálisis cerebral un ejemplo a seguir, su historia es de superación ante los obstáculos, se trata de Jaime quien para llegar a la escuela gatea varios kilómetros.
Pese a las diferentes dificultades que implica las inclemencias del clima, su entusiasmo y la pasión por seguir adelante hacen que pequeño valiente emprenda a diario su ruta de casi dos kilómetros con la ayuda de unos guantes y rodilleras.
A los tres meses de nacido Jaime fue diagnosticado con el padecimiento, la cual no le permite tener fuerza en las piernas.
La inspiración de muchos y su familia radican en Cacaopera, Morazán (EL Salvador), y sueña con convertirse en un profesional para ayudar a sus parientes.
Anhela contar con una silla de ruedas eléctrica para movilizarse con el propósito de cumplir con sus sueños.