Vendedores del mercado San Miguel, ubicado en el barrio Guanacaste, en Tegucigalpa, del departamento de Francisco Morazán, en el centro de Honduras, recibieron el miércoles 23 de agosto una nota de la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC) informándoles que disponían de cuatro horas para desalojar los puestos de venta.

Tales desalojos los realizaron, supuestamente, por la falta de pago en los impuestos, según un medio de comunicación nacional; no obstante, los vendedores indican que ya realizaron su respectivo pago.

Lo anterior provocó que, en horas de la noche del miércoles, los locatarios del mercado protestaran, con quemas de llantas para que las autoridades no les destruyeran sus puestos de venta.

Este jueves 24 de agosto, las reacciones ante dicho desalojo continuaron por los hondureños que han trabajado en el mercado San Miguel durante décadas.

Tal es el caso de José Antonio Ríos, zapatero de 68 años, que expresó a Noticieros Hoy Mismo la preocupación de los locatarios por el desalojo debido a que "está complicado hacer dinero" y "conseguir empleo".

"Al menos que nos dejen trabajar para el pan de cada día", pidió llorando el zapatero ante el desalojo en el mercado San Miguel.

Con su trabajo en el barrio Guanacaste, José Antonio mantiene a su familia integrada por sus dos hijas y su mamá, que, según comentó, es discapacitada, por lo que depende de él.

El zapatero confesó que no puede irse a otro país porque no puede dejar sola a su familia. Foto: TuNota
El zapatero confesó que no puede irse a otro país porque no puede dejar sola a su familia. Foto: TuNota

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Más de 30 años en el barrio Guanacaste

José Antonio Ríos reveló que tiene 32 años trabajando en el barrio Guanacaste. Aprendió del oficio desde pequeño en un taller que había en su casa.

"Así he mantenido a mi familia", comentó a Hoy Mismo.

El zapatero agregó que "de esto vivimos", pidiendo, entre lágrimas, que los "dejen trabajar" porque ellos "tienen familia".

"Tengo 68 años y, ¿a dónde me van a dar trabajo", comentó José, por lo que reiteró a las autoridades que los dejaran trabajar.

Por tal razón, José Antonio Ríos pidió que el alcalde del Distrito Central, Jorge Aldana, que "se ponga la mano en la conciencia", porque los vendedores del mercado San Miguel "no perjudicamos a nadie".

José Antonio indicó que los vendedores se reunirán con el alcalde por el desalojo. Foto: TuNota
José Antonio indicó que los vendedores se reunirán con el alcalde por el desalojo. Foto: TuNota

Nunca había sentido tanta presión

El zapatero confesó que, en sus 32 años que la laborado en esa plaza "no había estado así (con tanta presión)".

José también reveló que ha sentido depresión por la situación y manifestó que "jamás me imaginé esto", debido a que ningún alcalde los había querido desalojar.

Los zapateros en Honduras

Sobre las ganancias, el hombre manifestó que son pequeñas cantidades las que se cobran, lo cual es difícil porque con ello "mantenemos a la familia".

Incluso, el zapatero detalló que el miércoles 23 de agosto, desde las 5:00 de la mañana hasta las 3:00 de la tarde, solo había conseguido L 250, por lo que muchas veces es difícil hacer al menos L 300 en el oficio.

Por la difícil situación que viven en Honduras, "la mayoría de zapateros ya estamos desapareciendo", comentó José Antonio a Hoy Mismo.

Además, el hondureño manifestó que "es un oficio en decadencia" debido a que "los materiales están caros" y "los clientes piden rebajas".

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