Los departamentos que muestran mayor letalidad por el nuevo virus son Olancho, Comayagua y Copán, con una tasa del seis por ciento que supera a la proporción de tres decesos por cada cien infectados que prevalece a nivel nacional.

El Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager), contabilizó hasta el 16 de agosto 1,575 muertos en todo el país durante los cinco meses que han transcurrido desde que fue detectada la presencia del virus.

Cortes sumaba, hasta hace dos días 579 muertos, Francisco Morazán llegaba a 498 decesos, Comayagua tenía 58 pacientes fallecidos y Atlántida contaba 57 fatalidades.

Siguen los departamentos de El Paraíso, con 54 personas cuya vida fue cobrada por el virus; Colón, con 52 fallecidos; Olacho, con una cuenta de 51 muertos y Choluteca que alcanza medio centenar de víctimas mortales.

Ocotepeque, Lempira, Intibucá, Gracias a Dios e Islas de la Bahía aparecen como los términos donde se ha registrado el menor número de fallecimientos, en un rango entre ocho y 13 pacientes.

Los estudios desarrollados por profesionales dedicados al análisis de datos, destacan que Yoro ocupa el tercer lugar en el número de casos positivos de covid, pero tiene una tasa de letalidad de uno por ciento, la más baja a nivel nacional.

Y Colón aparece entre los departamentos donde se produce un aumento significativo en el número de casos del nuevo virus, de conformidad con los datos interpretados por los epidemiólogos e internistas que llevan una lectura detallada del comportamiento de la pandemia.

La advertencia está hecha. Si no se fortalecen los hospitales y centros regionales de salud, la red asistencial del Distrito Central y de San Pedro Sula van a colapsar por la llegada de pacientes covid y la mortalidad se verá incrementada en gran proporción.

Robustecer la red hospitalaria regional, apoyar los centros de salud, empujar con más fuerza las brigadas médicas y sostener los centros de triaje, son las claves para evitar un impacto mayor de la pandemia en Honduras.