Ante la emergencia climática que enfrenta Honduras, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) emitió un comunicado destacando la importancia de asegurar la continuidad del derecho a la educación.

"Asegurar la continuidad de los servicios educativos en instalaciones resilientes y adecuadas es clave para el desarrollo y la protección de la infancia, especialmente en situaciones de emergencia", reza el escrito publicado por Alice Shackelford, coordinadora residente de la ONU en Honduras.

La diplomática expresó a través de X: "Ante la emergencia climática que enfrenta el país, @ONUHonduras señala la importancia de garantizar el derecho a la educación como una tarea esencial que no debe detenerse".

En su publicación, Shackelford citó a la Secretaría de Educación; al secretario, Daniel Sponda; al Gobierno de Honduras y a Unicef.

Este pronunciamiento del organismo internacional se da luego de que en días anteriores surgió la controversia por la decisión de las autoridades de Educación de regresar a los estudiantes a clases presenciales mientras que los empleados públicos fueron enviados a teletrabajo.

Lo anterior, según las autoridades, se decidió para evitar la contaminación en el ambiente provocada por la movilización de los burócratas hacia sus centros de trabajo, lo cual -aseguraron- no ocurre con la movilización de estudiantes.

No interrumpir las clases

La ONU destacó en su escrito que la educación es una tarea esencial que no puede interrumpirse, incluso en tiempos de crisis, pues las escuelas deben ser vistas como "espacios resilientes y adecuados, donde los menores puedan continuar su desarrollo en condiciones seguras".

"La escuela no es únicamente una instalación para desarrollar habilidades y aprendizajes, sino también un lugar donde todas las niñas y niños reciben alimentación escolar, crítica para su desarrollo", agregó la ONU.

Protección de la salud de los alumnos

En este sentido, de acuerdo con la ONU, la implementación de medidas de protección de la salud de los estudiantes es fundamental.

Estas medidas incluyen la promoción del aprendizaje y el juego, la garantía de salud e higiene, el apoyo psicosocial, la nutrición adecuada, la restricción de ciertas actividades deportivas, y el uso de mascarillas en situaciones de mayor vulnerabilidad.

Tales acciones buscan mantener a la escuela como un entorno seguro y propicio para el desarrollo continuo de la niñez, sin interrupciones.