Nuestra Selección Nacional ya lo comenzó a recorrer, con la Liga de Naciones, el amistoso con México y la Copa Oro del próximo mes. Todos son pasos que encaminan a esa ruta tan exigente como productiva.

La inicial triple jornada de las Eliminatorias nos presenta dos visitas a países que aún ignoramos, aunque las candidaturas de Canadá y El Salvador parecen ser las escalas más probables.

Para que eso ocurra, entre sábado y martes canadienses y salvadoreños deberán superar a Haití y San Cristóbal respectivamente.

El entrenador británico John Herdman ha sabido aprovechar la capacidad de sus más célebres legionarios Alphonso Davies (Bayern Múnich), Jonathan David (Lille) y Cyle Larin (Besiktas), campeones en las ligas europeas de Alemania, Francia y Turquía para fortalecer una plantilla donde también luce la contundencia de un goleador como Lucas Cavallini.

Canadá también aprovecha la experiencia de varios jugadores que actúan en la MLS y de jóvenes figuras que aparecen en su incipiente Premier League.

Su real poderío lo veremos en estos duelos ante los haitianos y si supera el escollo, no dudo que contará con abundantes recursos económicos que provocarán una logística envidiable.

Otro elemento que buscarán restituir en septiembre es la condición de local que en las instancias premundialistas gravita de manera extra.

Posiblemente El Salvador sea nuestro segundo rival en el Estadio Cuscatlán. Tradicional rival de la región, parece estar un poco debajo de la fuerza canadiense.

Lo vimos con muchos altibajos ante escuadras modestas como Islas Vírgenes Estadounidenses y Antigua y Barbuda, de manera que no nos deslumbramos por sus buenos números en la fase inicial.

Cambió a Carlos De los Cobos por Hugo Pérez que después del decoroso torneo Preolímpico se convirtió en el articulador de una mayor armonía en la convivencia de un vestuario complicado.

Y en septiembre no contará con la fortuna de evitar rivales casi inaccesibles (en San Salvador celebraron la eliminación de Trinidad y Tobago en su grupo como un éxito propio).

Estoy seguro que estos serán los primeros rivales de Honduras antes de recibir a Estados Unidos en San Pedro Sula.

Y nuestros entrenadores y futbolistas estarán trabajando con la certeza que Canadá y El Salvador serán sus primeras estaciones.

La Copa Oro los verá en sus grupos, sus rivales también. La fortaleza de Honduras está en el trabajo fundamentado y consciente de un grupo que se verá enriquecido por la experiencia de quienes jugarán el campeonato olímpico en Japón.

Por lo tanto, será clave disponer de una treintena de elementos aptos para la competencia de manera que la planificación de Fabián Coito tenga los espacios necesarios para jugar con la mayor capacidad deportiva y física.

Llegar al juego en el Olímpico Metropolitano frente a Berhalter, Pulisic, Reyna, McKennie y compañía, con algunos puntos a favor en ambas visitas iniciales debería ser indispensable para que el camino no sea tan laberíntico.

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