Los micrófonos de ambiente de las transmisiones deportivas ya recibirán otros sonidos más identificados con la pasión popular. Las detalladas recomendaciones de los entrenadores, alguna advertencia de los árbitros y palabras extraídas de los códigos callejeros, ya serán menos audibles, al mezclarse con los aplausos, coros y voces de aliento o de reproche del público asistente a los estadios.

Al principio solo será el 20% del aforo de cada inmueble, pero el buen comportamiento y el respeto al compromiso asumido, podrán aumentar ese porcentaje que suena a poco cuando se trata de escenarios como los de Tocoa o El Progreso.

El control será clave como lo apuntamos en anteriores espacios.

La ansiedad, el desorden y la intolerancia, han sido constantes en numerosos episodios de la vida cotidiana en diferentes ámbitos de la sociedad: aglomeraciones sin control para empadronarse, para vacunarse, para circular, a lo que debimos sumar la complicidad de la Liga de Ascenso al permitir el acceso del público en los juegos de cierre de temporada. Una irresponsabilidad alentada además, por la indiferencia de quienes debían tutelar las restricciones.

Los clubes habían expresado su predisposición, pero no podían ser responsables de una logística que necesita disciplina, obediencia y la participación de expertos en controles sanitarios.

Con el suficiente personal de salud y efectivos de seguridad, el Estado entonces tomará el control en cada estadio para cumplir rigurosamente con los protocolos aprobados.

El regreso de los aficionados no será la única novedad si consideramos el retorno al formato clásico que caracterizó las últimas temporadas.

Y los 18 juegos más los play offs de los que clasifiquen, acentuarán los reparos físicos que cada club debe tener para llegar al cierre del torneo en las mejores condiciones.

Una actividad más prolongada volverá a beneficiar a aquellos que cuenten con plantillas adecuadas al calendario.

Por esa razón y por cuestiones cualitativas relacionadas con el juego individual y colectivo, Olimpia, Motagua, Real España y Marathón levantarán la mano cuando llegue el momento de presentar candidaturas al título.

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