El papa Francisco condenó este domingo la "lacra" y la "realidad dramática" que supone la explotación infantil y dijo que ningún niño debería ser privado de sus derechos fundamentales, con motivo de la celebración del Día Mundial contra el Trabajo Infantil.

"Es una lacra. Ningún niño debería ser privado de sus derechos fundamentales y obligado a trabajar", dijo el pontífice tras el rezo del Ángelus.

"Los menores explotados para trabajar es una realidad dramática que nos implica a todos", añadió.

El papa ha clamado en numerosas ocasiones contra la explotación infantil y ha llamado a erradicarla. El año pasado dijo que es una violación de la dignidad humana y un problema de civilización.

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