Pese a que continúan los actos de confrontación política, los principales líderes nominados para asumir el poder no terminan de dar el paso final para sellar un pacto de no agresión.

Las organizaciones de la sociedad civil, analistas y diferentes instancias locales e internacionales que propugnan por un proceso limpio, han exhortado a los partidos políticos a firmar un acuerdo por el cual sus máximos exponentes se comprometan a ponerle fin a las rivalidades extremas que han dejado un saldo de 30 muertes relacionadas con el clima de turbulencia electoral.

La propuesta no ha prosperado, no ha cuajado y no ha sido tomada en consideración con voluntad categórica y firme. Al menos, no ha pasado de puras declaraciones de los máximos dirigentes partidarios que no se ha concretado.

El Comisionado Nacional de los Derechos ha exigido al Gobierno que adopte mecanismos que garanticen la integridad de los aspirantes a puestos de elección.

La defensoría del pueblo ha planteado un rechazo, total a cualquier campaña de odio y de violencia que vulnere el Estado de Derecho y que ponga en riesgo la vida de los aspirantes, militantes, líderes y activistas políticos.

Igualmente, exponentes de la empresa privada y de la industria y comercio, han señalado su rechazo a la violencia de género político y demandado que los postulados presenten sus propuestas a los problemas de Honduras.

Te podría interesar: Atentados y asesinatos a políticos: 10 datos para entender la situación de Honduras previo a elecciones generales

Con todo, los principales nominados a puestos dentro de la estructura del poder no terminan de tomar la iniciativa para cambiar el contenido de las arengas  llenas de insultos y descalificaciones.

Más bien se ha dado más empuje a las alianzas. Como es conocido, los partidos Libre, Salvador de Honduras e Innovación y Unidad, unieron sus fuerzas para enfrentarse a los nacionalistas.

Y, más recientemente, un sector de Libertad y Refundación se sumó al candidato del Partido Liberal, Yani Rosenthal, mientras otro sector de la institución del emblema rojo-blanco-rojo se comprometió con la causa de la aspirante a la Primera Magistratura, Xiomara Castro.

Los críticos del actual orden de cosas, afirman que el asunto de fondo es el mensaje y los planteamientos que no van en concordancia con la crisis que vive Honduras en todos los órdenes, ni con la necesidad de la población de acceder a mejores condiciones socio-económicas.