Unos mil millones de lempiras han perdido las micro, pequeñas y medianas empresas en los dos meses recientes, como resultado de las interrupciones de energía eléctrica. Así lo han señalado dirigentes del sector, quienes se han pronunciado por que el suministro irregular de energía sea solucionado a la brevedad posible. Los críticos sostienen que la emergencia energética es un tema discutido a la sombra de sus ribetes políticos y no a la luz de las consideraciones técnicas que deberían mediar para encontrar las respuestas a esta crisis. Esto es así, pese a que es una contingencia que mantiene bajo amenaza la economía nacional. Sólo en los tres primeros meses de este año, ha causado pérdidas calculadas entre 700 y 1,200 millones de lempiras. Más del 80 por ciento de las empresas y la casi totalidad de los micro, pequeños emprendimientos enfrentan dificultades para mantener sus actividades comerciales. De la propia voz de los dirigentes de las cámaras de comercio de las distintas zonas donde el suministro racionado de la energía eléctrica, hemos conocido que sus costos fijos de operación se han ido a las alturas, mientras sus ventas han caído hasta en 45 por ciento. Los sectores que se han llevado la peor parte de la presente crisis energética resienten que la ENEE no haya presentado un plan concertado de rescate de la estatal eléctrica, tampoco un programa de efectivo cumplimiento o un plan de acciones que proyecte por cuánto tiempo se mantendrá esta eventualidad. A criterio de técnicos formados en materia energética, el populismo es el eje alrededor del cual gira la discusión acerca de los graves problemas que presentan los sistemas de generación, transmisión y distribución de energía. El suministro irregular del servicio tiene en vilo la economía del país, pone en riesgo la actividad de las empresas y de los emprendimientos; además, es un duro revés para la población que ya no soporta más racionamientos. Los funcionarios de más alto rango de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica han dejado entrever que son los actores de la oposición política, en contubernio con ciertos inversionistas los que estarían detrás de todo un entramado para provocar interrupciones y generar desinformación con fines de desestabilización. Y en réplica, personajes políticos han denunciado que Libre quiere consumar un latrocinio contra la estatal eléctrica, a través de la negociación oscura de contratos de generación y el otorgamiento de beneficios draconianos para los inversionistas del mercado energético. El Gobierno se ha comprometido a ponerle fin a las dificultades que se desprenden del déficit de generación y de las fallas en los sistemas de transmisión y distribución. ¿Será así? ¿Se hundirá el país en la oscuridad de la crisis energética que golpea a todos?