Casi todos los aspectos del trabajo están cambiando de alguna manera. Las empresas tienen una oportunidad sin precedentes de elaborar de manera proactiva nuevas normas, estructuras y políticas que podrían moldear positivamente el trabajo en las próximas décadas.

He aquí cómo tanto los líderes de recursos humanos como el resto de las personas pueden comenzar a repensar sus trayectorias profesionales de manera que estén preparadas para el futuro, hoy mismo.

Repensar una 'crisis' profesional

Laet comienza analizando cómo se discute y se ve típicamente una “crisis”. En Occidente, la palabra crisis suele evocar imágenes de fatalidad y devastación. La palabra inglesa proviene de la palabra griega krísis,que significa un acto de juicio o determinación.

Desde este punto de vista, un mundo (o un futuro del trabajo) en constante cambio es una crisis con esteroides. La distopía ha llegado; más vale que tiremos la toalla.

Pero no todas las crisis son negativas.La palabra china para crisis es wēijī. Wēijīse compone de dos símbolos: wēi, que representa “peligro”, y , que representa un punto de inflexión o “cambio”. A riesgo de sonar cliché: la crisis es un desafío, pero exige conciencia, despierta curiosidad y abre posibilidades.

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Aplicar esta lente a nuestras carreras puede generar conocimientos y nuevas oportunidades, especialmente cuando el mundo parece estar patas arriba.
La capacidad de ver cambios inesperados y no deseados, desde un lugar de esperanza en lugar de miedo, y como una oportunidad para aprender y crecer en lugar de resistir o negar, es lo que yo llamo “mentalidad de flujo”.

¿Cómo podemos aprovechar hoy una mentalidad de flujo para prepararnos mejor para el futuro?

Una clave radica en cómo vemos y hablamos sobre la forma de nuestras carreras, que ofrece conocimientos y oportunidades tanto para las personas como para RR.HH.
DE LA 'TRAYECTORIA' PROFESIONAL AL PORTAFOLIO PROFESIONAL.

Desde el punto de vista organizacional, desde la Primera Revolución Industrial, las carreras se han configurado como escaleras que hay que subir o caminos que hay que seguir.

Los empleadores diseñan el acuerdo y contratan personas en diferentes niveles. En cada caso, sólo hay una dirección de éxito: hacia arriba. Hoy en día estamos en la Cuarta Revolución Industrial, y muchas cosas han cambiado. Hay muchos caminos hacia el éxito, y pocos de ellos son lineales.

En lugar de subir una escalera, la carrera del futuro es un portafolio a curar. Para los individuos, los portafolios profesionales están diseñados para adaptarse, evolucionar y representarlo de manera única.

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Para las organizaciones, los portafolios profesionales representan el futuro de RR.HH. Un enfoque de cartera considera las transiciones profesionales como una crisálida, no como una crisis. Es apto para un mundo en constante cambio.

Los portafolios profesionales abren un nuevo tipo de conversación que pueden tener empleadores y empleados, talentos y empresas por igual. El futuro del trabajo no es lineal. Es multidimensional y está en constante cambio. La resiliencia profesional es tan importante, si no más, que el desarrollo profesional. Las carteras crecen y evolucionan, mientras que las escaleras se tambalean y caen.

¿Qué prefiere? En un futuro laboral plagado de incertidumbre, debemos actualizar nuestra mentalidad, expectativas y terminología. Los portafolios y las crisálidas profesionales no son soluciones milagrosas, pero son factores esenciales que ayudan a configurar un futuro laboral más accesible, equitativo y fluido.

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