En cinco por ciento cayó el nivel de exportación del café, al término de la temporada 2018-2019.

De acuerdo con lo expuesto por sectores ligados con el rubro, la cosecha reportó 400,000 quintales menos que el período anterior. Las cifras oficiales destacan que Honduras exportó, en el ciclo que terminó ayer, 8.8 millones de quintales que generaron 950 millones de dólares.

Esto quiere decir que el país ha obtenido 186 millones de dólares menos que la cantidad captada en el lapso 2017-2018, cuando ingresaron divisas por el orden de 1,136 millones de dólares.

La temporada entrante tampoco se avizora halagüeña, porque el cultivo tendrá una caída entre un millón y un millón y medio de quintales, según las proyecciones realizadas por representantes del rubro.

La caída en el precio internacional del grano es sostenida y provoca alarma en el sector, uno de los mayor presencia en la creación del Producto Interno Bruto del país.

En los años anteriores, la economía del país se había fortalecido con la captación promedio de 1,300 millones de dólares anuales, unos 30,000 millones de lempiras..

La venta del aromático hondureño en el mercado internacional es una de las principales fuentes de ingresos para la economía nacional. Su derrumbe, entonces, hace tambalear la actividad agrícola y el sostenimiento del aparato económico.

El café constituye una de las fuentes principales de divisas y uno de los soportes de la economía hondureña. Honduras ha planteado en los foros externos su propuesta anclada en el pago de un precio justo. Y en el mercado interno, se ha discutido la necesidad de diversificar la producción, además de explorar nuevos nichos de consumo.

En la cosecha 2009-2010, la venta de café en el exterior dejó 605 millones de dólares; en el período 2010-2011, se elevó a 1,200 millones de dólares y entre 2011 y 2012, el rendimiento llegó a más de 1,400 millones de dólares.

Entre 2012 y 2014, el renglón mostró una depresión que se reflejó en una baja captación de divisas entre 792 y 795 millones de dólares. A partir de 2014, la comercialización de café en el exterior tuvo una recuperación, cuando superó los mil millones de dólares.

No obstante, en los últimos dos o tres años, el desplome de la cotización del café ha sido constante y las posibilidades de recuperación son casi nulas.